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Esta es la avería que está destrozando miles de coches diésel: Así de fácil se soluciona

En los últimos años, miles de conductores de coches diésel han sufrido una avería tan costosa como frustrante: la acumulación de carbonilla en el sistema de escape, concretamente en el catalizador y el filtro de partículas. Este enemigo oculto puede provocar fallos de miles de euros, dejar el coche sin potencia y causar repetidas visitas al taller.

La avería afecta sobre todo a los coches diésel fabricados a partir del 2000, momento en que la normativa de emisiones obligó a las marcas a incorporar sistemas anticontaminación más sofisticados. Lo que iba a beneficiar al medio ambiente ha terminado siendo un dolor de cabeza para muchos conductores. Pero, por fortuna, existe una solución tan sencilla como eficaz.

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La causa de la avería, en los sistemas de emisiones

filtro de partículas
Fuente propia

El origen del problema está en los sistemas para reducir la contaminación, como el filtro de partículas (FAP o DPF) y el catalizador. Estos dispositivos descomponen los gases nocivos que salen del motor, convirtiéndolos en compuestos menos dañinos para el medio ambiente. Pero para funcionar correctamente, necesitan alcanzar una temperatura óptima de funcionamiento, algo que no siempre ocurre en el uso diario del coche.

Cuando un diésel circula por ciudad, con trayectos cortos, frecuentes paradas y a bajas revoluciones, el motor no alcanza la temperatura necesaria para regenerarse el filtro. El resultado es una acumulación de carbonilla que tapona el sistema. El vehículo pierde potencia y aumenta el consumo, y puede encenderse el testigo de avería en el cuadro de instrumentos.

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