La falta de mantenimiento, una conducción demasiado agresiva o directamente el desgaste pueden provocar averías en el coche, aunque siempre las hay más graves que otras. Nada nos libra de temer cuando se enciende un testigo en el cuadro o suena algún ruido extraño, pero hay una reparación que te va a costar casi más que un coche nuevo. ¿Sabes cuál es?
Es una pieza que llevan todos los vehículos de combustión, tanto manuales como automáticos, y una avería puede disparar la factura. Te contamos de qué se trata, cómo evitar que ocurra y, lo más importante, cómo puedes identificarla.
3Así debes hacer el mantenimiento
Sí, la caja de cambios es una pieza que también necesita mantenimiento. Quizá puedes identificar la avería por los ruidos extraños, la dificultad para cambiar de marcha y hasta por la pérdida de aceite. En ese caso, lo recomendable es acudir al taller, porque podrás prevenir un problema mayor.
En cualquier caso, lo ideal es que tengas el mantenimiento al día y que cambies el aceite de la caja de cambios al tiempo que indique el fabricante. Eso sí, no lo confundas con el aceite del motor, porque no es el mismo (es más viscoso y aguanta temperaturas más altas). Hay muchos conductores que creen que los pueden utilizar indistintamente y luego llegan las averías. Primero lo notarás con una palanca de cambios demasiado suelta o demasiado dura; y después empezarán los ruidos y los problemas más graves.
