La avería es consustancial a cualquier tipo de vehículo, pero el caso de los eléctricos todo cambia, pasando de las típicas roturas mecánicas, a problemas mas electrónicos y de desgaste común.
En la última década, los coches eléctricos han experimentado un crecimiento exponencial, prometiendo una alternativa más limpia y sostenible a los vehículos con motores de combustión interna.
Sin embargo, a pesar de sus numerosos beneficios, los propietarios de coches eléctricos se enfrentan a un desafío recurrente que puede hacerlos sentir más vulnerables en la carretera que a sus contrapartes tradicionales
3El temido e inesperado pinchazo

A simple vista, un pinchazo puede parecer una avería menor, pero para los conductores de coches eléctricos, puede convertirse en una situación desafiante y, en muchos casos, en una llamada a la grúa. ¿Por qué? La razón principal es la ausencia de una rueda de repuesto convencional en la mayoría de los modelos de coches eléctricos.
La eliminación de la rueda de repuesto es parte de la estrategia para reducir el peso y aumentar la eficiencia de estos vehículos, pero plantea un inconveniente significativo cuando se trata de un pinchazo.
El pinchazo, una experiencia frustrante para cualquier conductor, se convierte en un verdadero quebradero de cabeza para aquellos que poseen un coche eléctrico. Al encontrarse con una llanta desinflada, los propietarios de estos vehículos se ven en la encrucijada de tener que depender de la asistencia en carretera o encontrar una solución temporal por sí mismos.