La velocidad siempre ha estado en debate en España. Desde que en 1992 se fijó el límite de 120 km/h en autopistas y autovías, la norma se ha mantenido prácticamente intacta, pese a las demandas de quienes miran con envidia a países vecinos donde pueden circular más rápido. Francia, Italia o Austria permiten 130 km/h, mientras que Alemania aún conserva tramos sin restricciones.
Ahora, por primera vez, España se plantea dar un salto histórico: un tramo de la AP-7 en Tarragona ya está probando un sistema de inteligencia artificial (IA) capaz de autorizar, en condiciones concretas, circular hasta 150 km/h sin que eso suponga una multa. El proyecto piloto ha reabierto el debate sobre seguridad, emisiones y la forma en que entendemos nuestras autopistas.
5Impacto medioambiental y tecnológico
Circular a 150 km/h implica un consumo mayor de combustible, sobre un 15% más que a 120 km/h, según estimaciones de la DGT. Pero la IA no busca mantener siempre el límite alto, sino ajustarlo al equilibrio ideal entre fluidez y sostenibilidad. Por ejemplo, en días de viento lateral o lluvia intensa, la velocidad máxima se reducirá automáticamente incluso por debajo de 120 km/h.
Además, esta prueba se integra con las nuevas tecnologías obligatorias en los coches europeos desde 2024, como el sistema ISA (Intelligent Speed Assistance). Gracias a él, los vehículos pueden reconocer automáticamente el límite dinámico mostrado en los paneles y ajustar su velocidad sin intervención del conductor, lo que reduce aún más el riesgo de despistes y sanciones.








