Llegar a la ITV con la idea de que todo está en perfectas condiciones y encontrarse con un informe desfavorable es algo, cuanto menos, frustrante. Pero puede ocurrir, en especial si no se presta atención a una serie de detalles como los neumáticos.
¿Cómo puede ser posible si acabas de montar neumáticos nuevos? La respuesta puede estar en un concepto que muchos desconocen, pero que es fundamental para cumplir con la legalidad: el sistema de equivalencias de neumáticos.
1El sistema de equivalencias y su relación con la ITV
Cuando compras un coche, en la ficha técnica vienen especificadas las medidas de los neumáticos que el fabricante ha homologado para ese modelo. Sin embargo, la ley te permite cierta flexibilidad. No estás obligado a montar la misma marca y modelo de neumático que traía de fábrica, ni siquiera la misma medida exacta que aparece en la ficha. Aquí es donde entra en juego el sistema de equivalencias.
Un neumático equivalente es aquel que, sin ser idéntico al original, cumple una serie de requisitos técnicos que garantizan que el comportamiento del coche no se verá alterado de forma peligrosa. Por ejemplo, te permite montar una llanta de un diámetro mayor por motivos estéticos o un neumático con un perfil más bajo para buscar un tacto más deportivo, siempre y cuando te mantengas dentro de los márgenes que marca la ley. El problema es que muchos conductores realizan estos cambios sin conocer las reglas, y es ahí donde la ITV se convierte en una barrera.
