El concesionario que Aston Martin tiene en la ciudad de Toronto solicitó al departamento de personalización de la firma de Gaydon la creación de un DBX muy exclusivo. Y el resultado es este impresionante DBX Great Lakes, un vehículo único.
Para crearlo, el departamento 'Q by Aston Martin' tuvo como punto de inspiración los grandes lagos que se encuentran presentes entre Estados Unidos y Canadá. De ellos el departamento de personalización tomó prestado su color para pintar la carrocería de este DBX en un tono denominado Seychelles Blue, un color que debutó por vez primera en un Aston Martin hace prácticamente 60 años.
Sus llantas se pintan a mano
Ese exterior se adorna con unas particulares llantas que también tienen presente ese icónico color, que ha sido aplicado a mano y que se combina con zonas pulidas, además de con unos neumáticos 285/40 R22 delante y 325/35 R22 detrás.
Como no podía ser de otra manera, el interior de este singular DBX Great Lakes también ha sido especialmente confeccionado para la ocasión. Para ello se apuesta por el cuero natural Dark Knight Caithness, que según dice la firma de Gaydon simboliza la profundidad del Lago Superior y la tranquilidad del Lago Erie. Todo ello se adorna con molduras de aluminio billet mecanizadas y moleteadas, así como con placas en los umbrales de las puertas que lucen la silueta del Lago Ontario en el lado del conductor y del Lago Erie en el lado del acompañante.
Donde no hay cambio alguno en este impresionante SUV de 5,04 metros de longitud es bajo el capó, porque en esa zona mantiene su todopoderoso 4.0 V8 Biturbo, un corazón desarrollado y fabricado por Mercedes-AMG en Affalterbach, el cual eroga 550 CV de potencia y 700 Nm de par motor, cifras más que suficientes para mover con gran soltura sus más de 2,3 toneladas de peso, porque el DBX presume de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y de alcanzar los 291 km/h de velocidad punta.