Aston Martin, una de las marcas británicas más icónicas en la industria automovilística, siempre ha tenido un profundo respeto por la tradición y su legado. Sin embargo, para la compañía, ese legado está incompleto. Falta una pieza clave que representa el comienzo de su historia: el primer coche que fabricaron. Se trata de un vehículo único y de valor incalculable, cuya pista se perdió hace décadas.
Ahora, la división dedicada a los coches históricos de la marca, ha lanzado una campaña mundial en busca del paradero de este automóvil legendario. Moverán cielo y tierra para conseguirlo. El trabajo no será fácil, deberán intentar encontrar al dueño de este vehículo histórico y convencerlo de que lo venda, en caso de que no estuviese abandonado en algún galón.
¿Cómo es el coche que busca Aston Martin?
El coche en cuestión es nada menos que el primer modelo fabricado por Aston Martin, cuando la compañía aún operaba bajo el nombre de Bamford & Martin Ltd. Este vehículo, que lleva el chasis con el troquel A1, fue completado en 1914, solo un año después de la fundación de la empresa. Fue construido bajo la dirección de los fundadores Lionel Martin y Robert Bamford, con el objetivo de crear un automóvil deportivo que pudiera competir con los prestigiosos Bugatti.
Este modelo, conocido como «Coal Scuttle» (vertedero de carbón) debido a su parecido con los depósitos de combustible comunes en los hogares británicos de la época, es el origen de la leyenda de Aston Martin. A pesar de las dificultades impuestas por la Primera Guerra Mundial, el «Coal Scuttle» hizo su debut en la primera carrera celebrada en el Reino Unido después del conflicto, la London to Edinburgh Trial, una prueba desafiante que transcurría por caminos de tierra accidentados. Durante los años 20, este automóvil continuó siendo un banco de pruebas para la marca, compitiendo en múltiples eventos y sometiéndose a constantes mejoras y modificaciones.
Así es la búsqueda que encabeza Aston Martin
La llamada de Aston Martin es clara: «Pedimos a la gente que busque en los cobertizos, en los almacenes y, sí, ¡hasta en los huertos!», implora Waddingham. «Si alguien sabe algo más sobre el coche, o tiene restos automovilísticos sin identificar que considere relevantes, nos encantaría saberlo». La marca no ha hablado de cifras específicas como recompensa, pero es evidente que cualquier hallazgo sería considerado de un valor incalculable, probablemente a precio de oro.
Esta búsqueda no es solo un esfuerzo por parte de la compañía de Gran Bretaña para recuperar una pieza perdida de su historia; es un llamado a todos los entusiastas del automóvil y coleccionistas a ser parte de la narrativa de una de las marcas más prestigiosas del mundo. Encontrar el «Coal Scuttle» sería, sin duda, uno de los hallazgos más significativos en la historia del automovilismo.