¿Imaginas a un fabricante de electrodomésticos dando el salto a la industria de los superdeportivos? En el competitivo mundo de la automoción, las sorpresas llegan desde los lugares más inesperados. Y es exactamente lo que está ocurriendo con Dreame. Esta empresa china, que se ha hecho un nombre gracias a sus aspiradoras inteligentes, pretende desafiar toda lógica: crear el coche de producción más rápido del mundo.
Su objetivo no es menor. Dreame quiere medirse con nombres que representan la cúspide de la ingeniería automotriz, como Ferrari, Bugatti o Koenigsegg. Y lo quiere hacer apostando por la electrificación total, una tecnología que no solo ha revolucionado al automóvil convencional, sino que ahora amenaza con reescribir las reglas del juego en el exclusivo segmento de los hypercars.
4Un hypercar inteligente para redefinir el lujo

Pero no solo busca velocidad. La compañía pretende redefinir lo que significa el lujo en la era eléctrica integrando inteligencia artificial avanzada en su hypercar. El vehículo podrá aprender de los hábitos y emociones del conductor, adaptar la experiencia de manejo en tiempo real e incluso comunicarse de forma más natural gracias a un sistema de voz con matices emocionales.
Además, el coche formará parte de un ecosistema conectado. Será capaz de integrarse con smartphones, sistemas de domótica y dispositivos del hogar inteligente. Una apuesta inédita en este segmento, que podría atraer a una nueva generación de compradores interesados no solo en prestaciones brutas, sino también en tecnología y conectividad.