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domingo, 20 julio 2025

El arte del modelado sigue vivo en Škoda Design

Cuchillas, espátulas, rasquetas y arcilla al horno son elementos con los que se crean los modelos de Škoda. Una tradición que no pierde peso en la marca checa que este año está cumpliendo sus primeros 130 años de vida. Aunque el diseño de automóviles se ha digitalizado enormemente en la última década, en los talleres de Škoda el modelado en arcilla sigue siendo esencial. Allí, las formas de sus futuros modelos se esculpen a mano, capa por capa, con precisión milimétrica y pasión artesanal.

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La marca del grupo Volkswagen, con motivo de ese 130 aniversario está dando pinceladas sobre su manera de trabajar. Una combinación de tecnología, pero también de clasicismo, de artesanía… y sobre todo de pasión por el automóvil. Así, por ejemplo, entrar en el taller de modelado de Škoda Design es como abrir una ventana al alma del diseño automovilístico. En este espacio, donde la tradición se funde con la tecnología, los diseñadores dan vida a sus ideas más allá de la pantalla. Por eso las maquetas de arcilla, aún hoy, son una pieza clave en el desarrollo de cada nuevo modelo de la marca checa.

“El diseño perfecto nace de la combinación del mundo virtual con la realidad física”, explica Martin Bogner, jefe de Modelado y Digitalización en Škoda Design. Aunque la digitalización permite explorar múltiples caminos de diseño de forma ágil, el toque humano sigue marcando la diferencia. Por eso, cada coche que se crea aquí comienza igual… con dos toneladas de arcilla.

SKODA MODELADO EN ARCILLA 7 Motor16
Foto: Škoda

Un esqueleto sobre el que empezar a construir un Škoda

El proceso arranca con un esqueleto técnico —una estructura base de espuma de poliuretano— sobre la que se aplican unos 4 cm de arcilla modelable, especialmente formulada para la industria. Pero antes, la arcilla debe calentarse en hornos industriales a 60°C durante unas cinco horas, hasta alcanzar el punto de maleabilidad perfecta. Cada modelo requiere el contenido de hasta cuatro hornos.

El inicio cuenta con “seis modeladores que aplican la capa inicial en aproximadamente dos horas”, explica Mick Allbutt, modelador de Škoda. Una vez enfriada y endurecida, se añade una segunda capa, que se deja reposar toda la noche para asegurar una base sólida sobre la que ‘hacer crecer’ poco a poco el nuevo coche.

SKODA MODELADO EN ARCILLA 6 Motor16
Foto: Škoda

Todo con una precisión milimétrica que incluye del fresado digital al acabado manual. Con la arcilla ya endurecida, entra en escena el fresado: una máquina automatizada, guiada por datos digitales esculpe las primeras líneas maestras del vehículo. Solo para fresar la mitad de un coche se pueden tardar hasta 20 horas. La herramienta principal es una fresa esférica de 10 mm, que permite una precisión de hasta 0,4 milímetros.

Pero el acabado manual es clave, ya que el 5 por ciento restante -rincones ocultos, detalles imposibles de alcanzar- exige el toque experto de los modeladores. Aquí comienza un trabajo totalmente artesanal, donde cada detalle se pule a mano con rasquetas, cuchillas, limas y espátulas de acero flexible. “Una simple modificación de diseño puede hacerse en cuestión de horas”, afirma Andy Settle, otro de los modeladores del equipo.

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SKODA MODELADO EN ARCILLA 1 Motor16
Foto: Škoda

Las manos y los ojos de los modeladores: herramientas de precisión

En este proceso manual los ojos y las manos de los expertos modeladores son las precisas herramientas que rematan el trabajo. Los bordes se marcan con cinta adhesiva para evaluar proporciones, pero al final, la vista y el tacto de los modeladores son los verdaderos instrumentos de precisión. “Podemos afinar una superficie quitando láminas de arcilla más finas que una hoja de papel”, dice Settle.

Las herramientas no han cambiado mucho en décadas: espátulas para alisar, cuchillas para cortar, rasquetas curvas para eliminar capas de hasta 30 mm. Algunas están hechas a medida por los propios modeladores.

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SKODA MODELADO EN ARCILLA 9 Motor16
Foto: Škoda

Mientras la carrocería cobra forma, otro equipo trabaja en paralelo en piezas independientes: espejos, faros, salidas de aire… Muchas de ellas se imprimen en 3D, pero siempre requieren acabados manuales para lograr el aspecto final. Incluso los interiores se modelan, tapizan o pulen a mano según el nivel de realismo buscado.

El toque final lo da la pintura. Una vez completado el modelo, muchas piezas -y en ocasiones el coche entero- son pintadas. En el taller de pintura de Škoda Design se aplican acabados transparentes, mate, brillantes o metálicos, en función del efecto deseado. La parte más delicada es la mezcla de colores que se hace totalmente a ojo, mediante pruebas y con la participación directa de los diseñadores.

SKODA MODELADO EN ARCILLA 11 Motor16
Foto: Škoda

Ahí acaba el proceso; ya se tiene un coche a tamaño real en el que analizar cada detalle antes de dar el Ok definitivo e iniciar el proceso de lanzamiento.

Y ¿qué pasa con estas auténticas obras de arte? Estas realistas esculturas, que dan pie a modelos que veremos por la calle, una vez han cumplido su función en el proceso de diseño, terminan expuestos en el Museo Škoda, donde el público puede apreciar cómo nació cada línea, cada curva. Son testimonio del trabajo silencioso y detallista de un equipo de artesanos de la marca checa que, más allá de algoritmos y renders digitales, todavía sigue esculpiendo el futuro del automóvil con las manos.

Imágenes taller de modelado en arcilla de Škoda

Fotos: Skoda

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