La seguridad en carretera se ha convertido en uno de los grandes retos de la movilidad. Aunque los avances en los automóviles han sido enormes gracias a los sistemas ADAS, los motoristas seguían siendo un colectivo especialmente vulnerable. Una caída, un despiste o un error de otro conductor tienen consecuencias mucho más graves cuando se viaja sobre dos ruedas.
Por ello, la industria ha desarrollado los sistemas ARAS (Advanced Rider Assistance Systems): un conjunto de tecnologías que utilizan sensores, radares y cámaras para anticiparse al peligro y ayudar al motorista en situaciones críticas. No sustituyen al conductor, pero sí lo acompañan, aumentando sus reflejos y su capacidad de reacción.
5Las ventajas de contar con ARAS en la moto

Los ARAS reducen de manera notable el riesgo de accidente y la mortalidad en carretera. Al anticiparse a los peligros, ofrecen al motorista unos segundos extra de reacción que pueden marcar la diferencia entre un susto y una tragedia. La tecnología actúa como un sexto sentido que amplía la percepción del entorno y permite detectar riesgos que muchas veces pasan desapercibidos.
Otra de sus ventajas es la asistencia en emergencias. En situaciones críticas, cuando la adrenalina y el pánico dificultan la reacción, los ARAS aportan la ayuda necesaria para minimizar las consecuencias. Por todo ello, su implantación supone un antes y un después en la seguridad de los motoristas, a quienes ofrecen una conducción más confiada y tranquila, tanto en ciudad como en carretera.