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miércoles, 3 septiembre 2025

ARAS, así funcionan los sistemas de seguridad que salvan la vida a los motoristas

Los ARAS han llegado para cambiar las reglas del juego en la seguridad sobre dos ruedas. Son el ángel de la guarda de cientos de motoristas.

La seguridad en carretera se ha convertido en uno de los grandes retos de la movilidad. Aunque los avances en los automóviles han sido enormes gracias a los sistemas ADAS, los motoristas seguían siendo un colectivo especialmente vulnerable. Una caída, un despiste o un error de otro conductor tienen consecuencias mucho más graves cuando se viaja sobre dos ruedas.

Por ello, la industria ha desarrollado los sistemas ARAS (Advanced Rider Assistance Systems): un conjunto de tecnologías que utilizan sensores, radares y cámaras para anticiparse al peligro y ayudar al motorista en situaciones críticas. No sustituyen al conductor, pero sí lo acompañan, aumentando sus reflejos y su capacidad de reacción.

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¿Qué diferencia a los ARAS de los sistemas de los coches?

Fuente: DGT

Los sistemas de asistencia en los coches —los conocidos ADAS— han demostrado ser muy efectivos en la reducción de accidentes. Sin embargo, trasladar esa tecnología a las motocicletas no ha sido sencillo. A diferencia de un automóvil, una moto es mucho más ligera, inestable y con un espacio muy limitado para integrar sensores y electrónica avanzada.

Por eso los ARAS se han diseñado con un enfoque distinto. En vez de tomar el control directo del vehículo, como ocurre en los coches, ayudan al motorista a mantenerlo. El piloto es quien conduce en todo momento, pero recibe ese apoyo inteligente que le da más información y seguridad sin restarle autonomía.

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