Aparcar en la ciudad puede ser misión imposible. La escasez de plazas y las normativas locales lo convierten en todo un reto para los conductores. Después de largo rato dando vueltas, uno puede caer en la tentación de estacionar donde no debe, como delante de un garaje sin placa de vado. Pero, ¿qué ocurre realmente si lo haces?
Al no estar señalizado, puede parecer que aparcar frente a un garaje está permitido. ¿Acaso hay cartel alguno que lo prohíba? Pues cuidado, porque según determina el Reglamento General de Circulación (RGC), esta suposición puede salirte muy cara. ¿Por qué? A continuación, te lo explicamos.
6Mejor no jugársela y buscar alternativas
El Reglamento General de Circulación es muy claro respecto a la obligación de no obstaculizar accesos, señalizados o no. Aparcar delante de un garaje sin vado puede parecer una trampa legal de la que podemos escabullirnos, pero no es así. Aunque la sanción pueda parecer más blanda, la grúa puede actuar igualmente si el agente lo considera oportuno.
Lo más sensato es no arriesgarse. Una multa de 200 € y los posibles costes del depósito no compensan el ahorro de tiempo o la comodidad de aparcar frente a un garaje. Si no encuentras dónde estacionar, valora otras opciones: aparcamientos disuasorios, parkings públicos o incluso usar el coche compartido. Cumplir con las normas es la mejor forma de evitar disgustos.
