Aparcar en la ciudad puede ser misión imposible. La escasez de plazas y las normativas locales lo convierten en todo un reto para los conductores. Después de largo rato dando vueltas, uno puede caer en la tentación de estacionar donde no debe, como delante de un garaje sin placa de vado. Pero, ¿qué ocurre realmente si lo haces?
Al no estar señalizado, puede parecer que aparcar frente a un garaje está permitido. ¿Acaso hay cartel alguno que lo prohíba? Pues cuidado, porque según determina el Reglamento General de Circulación (RGC), esta suposición puede salirte muy cara. ¿Por qué? A continuación, te lo explicamos.
2La letra pequeña del reglamento que todos ignoran

La clave está en el Reglamento General de Circulación. Según el artículo 91.2, «la parada y el estacionamiento deberán efectuarse de forma que no obstaculicen la circulación ni constituyan un riesgo para el resto de los usuarios de la vía». Dicho de otra forma: si tu coche impide la entrada o salida de un garaje, estás incumpliendo la normativa, aunque no haya señal de vado.
La ley prima el acceso a propiedades privadas sobre la señalización. Es decir, lo que cuenta no es tanto que haya una placa como que realmente exista una entrada de vehículos. Si con tu coche impides su uso, estás vulnerando el derecho de acceso del propietario, y eso es sancionable.