Si eres buen aficionado a los coches, el nombre de Alpina te resultará familiar. No se trata de una errata: nos referimos a Alpina, no a Alpine, el departamento deportivo de Renault. Se trata de un preparador alemán que tiene relación con la marca de la hélice desde hace casi 60 años, una colaboración que no ha cesado desde entonces. De hecho, en 2022 pasó a ser propiedad de BMW y sus modelos lucen ese logo, en lugar de el de Alpina.
Incluso podría decirse que es el antecesor de lo que hoy es BMW M, pues ya creaba modelos deportivos antes de que se crease este departamento. No obstante, los responsables de Alpina hacen hincapié en que sus creaciones no sólo buscan la deportividad, sino también en el lujo y el refinamiento, en cierto modo para marcas diferencia respecto a los M.
Sea como fuere, las comparaciones son inevitables. Es el caso del modelo que nos ocupa, el Alpina B3, cuyas prestaciones no están muy lejanas de las que puede ofrecer un BMW M3. Por si no la conoces, su nomenclatura es sencilla: el número corresponde a la serie, y la letra que le precede hace referencia al combustible: B, para los de gasolina (benzin, en alemán), y D para los diésel. En el caso de los SUV, se añade la letra ‘X’ al principio (XB7 o XD3, por ejemplo).
Después del Serie 3, el toca el turno al Alpina B3… ¿con más novedades?
Es pasado mes de mayo conocimos la actualización de la gama Serie 3, que también afectó al M3 es todas sus variantes, y como era de esperar, el siguiente va ser el Alpina B3 (es de suponer que también que el D3), tanto en su variante sedán como en la familiar. Hablamos de un modelo dotado de un motor 3.0 de seis cilindros en línea y doble turbocompresor, el afamado S58 que monta el propio M3.
Eso sí, Alpina emplea un mapa específico para la centralita, así como unos turbocompresores y una línea de escape diferentes, con el resultado de un par máximo superior al del M3 (730 Nm) pese a obtener una potencia máxima inferior (495 CV). O al menos así es la versión que está actualmente a la venta.
En las imágenes se aprecia con claridad que el Alpina B3 recibe los cambios estéticos exteriores realizados en el Serie 3, como la nueva firma lumínica de las luces de conducción diurna. No obstante, la unidad de pruebas presenta vinilos de camuflaje tanto en el paragolpes delantero (aparentemente, muy similar al del renovado Serie 3) como en el trasero y en la parte baja del tapa del maletero (y en el portón, en el caso del B3 Touring).
Dicho camuflaje nos hace sospechar que, más allá de una mera puesta al día estética, Alpina esté preparado algo más para el B3; por ejemplo, una versión potenciada. En este sentido, el Alpina B3 ya es capaz de medirse al mismísimo BMW M3… e incluso superarle en algunos aspectos, pues su velocidad máxima se establece en 305 kilómetros por hora, cuando la electrónica del M3 ‘solo’ le permite llegar a 290 km/h, siempre y cuando se equipe el costoso paquete M Race Track (casi 24.000 euros).
De esta manera, quizá resulte algo utópico que Alpina lance una versión más prestacional, que directamente podría ‘humillar’ al que quizá sea el modelo más emblemático de la historia de BMW M. Aunque tampoco sería la primera vez, pues a principios de 2023 puso en liza el Alpina B5 GT, que con sus 634 CV y 850 Nm de par superaba al mismísimo BMW M5 Competition (625 CV y 750 Nm). Se ofreció en una serie limitada a 250 unidades, algo que ha sucedido más vecen en la trayectoria de Alpina, que nos ha dejado auténticas joyas de colección.
Con estos precedentes, y el hecho de que las fotos de hayan tomado durante unas pruebas en la pista de Nürburgring norte, nos llevan a pensar que quizá haya algo oculto que nos pueda sorprender, e incluso ponerse a la altura de todo un M3 CS. El tiempo dirá.