Entender y saber interpretar las alertas que desde el cuadro de instrumentos del coche saltan de forma luminosa y/o sonora resulta vital para complementar con las revisiones periódicas su buen mantenimiento y funcionamiento.
Pero no solo debemos atender a los avisos sistematizados de la consola, también hay alertas muy características de posibles averías, y que podemos observar mediante la apreciación sensitiva, cuando conducimos.
Haremos hoy un repaso de los chivatazos que nuestro coche nos da, desde una lista de consejos que nos presta Norauto, empresa dedicada al mantenimiento integral del automóvil.
5Atendiendo a como huele el entorno del coche

El olfato también puede dar algunas ideas. Se trata de identificar aquellos olores que puedan resultar más químicos.
Por ejemplo, si el humo gris que sale del tubo de escape huele a dulce, puede ser que se está quemando el refrigerante.
¿Huele a goma quemada debajo del capó? Puede deberse a que algún componente se está quemando. También puede oler a aceite quemado si se está quemando lubricante o a algún problema en la caja de cambios. Si huele a huevo podrido, puede proceder del tubo de escape por un problema con el convertidor catalítico. El olor prolongado a combustible suele indicar una fuga del depósito o de los inyectores mientras que si huele a caramelo, puede ser por una fuga del líquido refrigerante.








