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Volkswagen Caddy TGI Bluemotion. Dueño de la ciudad

Volkswagen Vehículos Comerciales lleva años comercializando su Caddy movido por gas GNC y gasolina; sin embargo, la marca alemana ha visto ahora la oportunidad de relanzar esta versión para posicionarse en el segmento como la marca de referencia. Es decir, que el GNC va a ser para esta división de Volkswagen una apuesta tecnológica con la que buscar diferenciarse de la competencia, que opta más por la estrategia de los descuentos. Así lo explica Alberto Teichman, nuevo director general de esta división del grupo alemán, que al mismo tiempo confirma los planes para aumentar el número de gasineras en España de las 53 actuales a 97 a finales de este año.

Así, el Caddy TGI Bluemotion cobra un protagonismo inesperado ahora que los ayuntamientos de las grandes ciudades españolas imponen su ley y sus limitaciones a la circulación. Porque este modelo cuenta con la etiqueta ECO de la DGT, lo que le permite aprovecharse de ventajas como el aparcamiento con descuento en zonas reguladas, rebajas en los peajes o la circulación ocasional en vías restringidas. Pero lo mejor del Caddy TGI llega con el rodar y con los kilómetros recorridos, porque recargar los tanques de GNC de este coche supone ahorrar hasta un 50 por ciento sobre una versión de gasolina y de hasta un 30 por ciento sobre la versión diésel. En concreto, recorriendo 25.000 kilómetros al año durante cuatro años el ahorro logrado con un Caddy TGI respecto a un Caddy TDI es, según Volkswagen, de 1.100 euros -2.100 euros contando la aportación de 1.000 euros de Gas Natural Fenosa-, y las cantidades ascienden a 2.700 y 3.700 euros respecto al Caddy TSI.

Con 110 CV de potencia

La versión de gas natural comprimido del Caddy cuenta con el propulsor TGI de 1,4 litros, que entrega una potencia de 110 caballos. Este motor ofrece un rendimiento muy similar al TSI Ecofuel de 2,0 litros que se ofrecía en el anterior Caddy, pero con una notable mejoría en cuanto a aceleración y elasticidad gracias al turbo. Y con unas cifras de consumo y emisiones de CO2 de sólo 109 g/km, y hasta 1,7 kg/100 km de ahorro. Se trata del mismo propulsor que utiliza el Seat León TGI, pero en el Caddy se ha optado por aumentar la carga de GNC con cuatro tanques situados bajo el piso -cinco en el Caddy TGI Maxi-, que permiten almacenar 26 kilos de gas, con una autonomía de 610 kilómetros usando exclusivamente GNC. Eso en el caso del Caddy de batalla corta, pues sube a 760 kilómetros si nos referimos al Caddy Maxi, que admite 37 kilos de gas.

En ambos casos el depósito de gasolina, cuya reserva entra en acción una vez se acaba el gas de los tanques, se ha reducido a unos algo escasos 13 litros, que dan para cubrir alrededor de 180 kilómetros. Así, el Caddy TGI Bluemotion tiene una autonomía total de entre 790 y 940 kilómetros.

Al volante, el Caddy TGI ofrece un tacto suave y agradable, y unas prestaciones dignas en carretera y muy holgadas en territorio urbano, escenario para el que resulta ideal el cambio automático DSG, aunque también esté disponible la caja manual. Además, el llevar los tanques de gas en los bajos no ha restado ni un litro de volumen de carga, aunque sí se pierden entre 40 y 70 kilos de carga útil.

A nivel dinámico apenas acusa el mayor peso cuando aparecen curvas, porque al montar los tanques de gas en los bajos de la parte trasera se gana aplomo, porque baja el centro de gravedad. Pero sí se aprecian rebotes en terrenos mal asfaltados, porque la plataforma del Caddy, aunque eficaz para llevar mucho peso, muestra por su antigüedad alguna carencias asumibles si no se conduce habitualmente en carreteras poco cuidadas. El eje delantero dispone de suspensión independiente y el eje trasero es rígido de ballestas laminadas, con amortiguadores dependientes de la carga que modifican su característica en función del tipo de compresión del resorte. Por su parte, la dirección electromecánica y las estabilizadoras ubicadas en ambos ejes, cuya función es reducir el ángulo de balanceo del vehículo, son dos de los detalles que contribuyen a lograr una buena precisión del chasis.

Hay un Caddy TGI Bluemotion Trendline que, sin impuestos pero aplicando todos los descuentos a los que se puede acoger este modelo, se vende por un precio de 17.500 euros. Si aplicamos el IVA, un Caddy Kombi TGI BMT se vendería desde 19.320 euros, precios muy competitivos frente a sus rivales.

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Volkswagen Crafter Box y Fresh. Soluciones estandarizadas

La llegada de nuevas versiones carrozadas a la gama Crafter va a permitir a Volkswagen Vehículos Comerciales consolidar un crecimiento continuado de este modelo, que es la gran apuesta de la marca en 2018 y cuyos pedidos han aumentado nada menos que un 52 por ciento en los últimos seis meses, sobre todo en uno de los colectivos que más está impulsando el mercado de los vehículos comerciales: el de la mensajería. Las nuevas versiones Box y Fresh son modelos estandarizados que el cliente podrá adquirir directamente en el concesionario como cualquier otra versión del Crafter, lo que le va a permitir una clara mejora en los tiempos de entrega y servicio postventa. La versión Box tendrá tres versiones, dependiendo de las dimensiones de longitud y altura. Y en el Crafter Fresh se podrán montar diferentes equipos de frío para el transporte de materias perecederas. La marca alemana de vehículos comerciales tiene previsto que el 20 por ciento de las ventas se las lleven estas dos versiones.