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Conducimos el SsangYong Korando. Pequeños grandes cambios

El nuevo Korando mantiene la plataforma con las mejoras en la suspensión que ya adoptó en 2014, el interesante motor diésel de 178 caballos que se comenzó a ofrecer como alternativa única en noviembre de 2015 y un eficaz sistema de tracción total con el apoyo de una distancia libre al suelo de 18 centímetros que le permite pasar airoso por zonas bastante delicadas. De modo que las novedades más importantes llegan gracias a mejoras estéticas centradas en el frontal, que se actualiza desde el paragolpes hasta el pilar A. Así, son nuevos el capó, las ópticas, la parrilla, el paragolpes, los faros antiniebla, los intermitentes, los sensores de aparcamiento, las aletas delanteras y las llantas de 18 pulgadas. Y detrás también cambian los paragolpes. Dentro se añade un volante multifunción más ergonómico y moderno, un cuadro de mandos más vistoso -aunque también más propenso a reflejar brillos algo molestos- y nuevos tejidos; y se ha mejorado la calidad de los ajustes para acabar ofreciendo un salpicadero más atractivo. Pero a nivel de infoentretenimiento no hay novedades, pues a finales de 2015 el coche recibió ya un completo equipo multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas.

Garantía de 5 años o 100.000 kilómetros

Por lo demás, el Korando destaca por su habitabilidad trasera y su piso plano, su respaldo trasero reclinable, su maletero de 486 litros y su garantía de 5 años o 100.000 kilómetros. Pero seguimos pensando que son mejorables el tacto del cambio y la dirección. Las novedades elevan poco el precio respecto al Korando vendido hasta ahora, y la oferta comienza en los 19.150 euros del acabado Line con cambio manual y tracción delantera, pasa por los 25.750 del Limited con tracción delantera y caja automática, y termina en los 28.250 euros del Limited 4×4 de cambio automático. Facturas competitivas para un modelo que cada vez merece más la pena.