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Smart Fortwo Cabrio. Descapotable de bolsillo

La llegada de los nuevos Fortwo y Forfour a finales de 2014 espoleó las ventas mundiales de Smart, que crecieron 33 por ciento. Y en Europa subieron el 72 por ciento. El objetivo es seguir así, y para ello cuentan ya con el Fortwo Cabrio, en el mercado con la versión más atractiva -motor 0.9 Turbo de 90 CV y cambio automático Twinamic- como punta de lanza. Es precisamente la que hemos conducido por Valencia y alrededores. Condiciones idílicas -sol y 20 grados- para probar un coche que Smart define como un '3 en 1', pues su nuevo techo permite circular de tres formas distintas.

La primera, lógicamente, con la capota textil puesta -tiene 20 milímetros de espesor y acoge una capa intermedia de goma-, e incluso a máxima velocidad -está limitada a 155 km/h electrónicamente- ofrece un razonable aislamiento y apenas eleva el ruido frente al Fortwo normal.

La capota se retira a cualquier velocidad

También podemos retirar la capota parcial o totalmente -tiene mando eléctrico, tarda 12 segundos en plegarse hacia atrás y puede hacerse a cualquier velocidad-, pero manteniendo los marcos superiores; mientras que la tercera alternativa, -cien por cien cabrio-, se consigue desmontando manualmente esos marcos, tarea sencilla que obliga a bajar del coche para guardarlos en el interior de la tapa del maletero, lo que aumenta varios centímetros el grosor de éste y roba unos litros al maletero. Un mal menor, pues la zona de carga no es pequeña: 260 litros.

En cuanto a conducción, los 90 CV le mueven bien, incluso en autovía o vías de montaña. Resulta clave ahí la complicidad del cambio Twinamic de seis marchas, suave, bastante rápido e infinitamente más agradable que la caja 'automatizada' de los Smart pioneros.