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Conducimos los Ford Fiesta ST y Fiesta Active. Divertida tecnología

En un deportivo, sea cual sea su tamaño y potencia, la clave de todo se encuentra en dos aspectos: el motor y la eficacia del chasis. Y justo son esos territorios del Fiesta ST los que más ha mimado Ford a la hora de lanzar su Fiesta más potente y divertido. En el caso del motor, el nuevo EcoBoost de gasolina de 1,5 litros y 200 CV es el primer propulsor de tres cilindros montado en un modelo de la división Ford Performance, y os aseguramos que no desentona nada, ni por prestaciones -ver recuadro- ni por sonido. Con esta mecánica, el Fiesta ST ofrece un rendimiento sensacional incluso desde bajas vueltas, gracias a un nuevo turbocompresor cuyo diseño permite aumentar la presión de sobrealimentación más rápidamente y minimizar el retraso de la respuesta tradicional de los motores con turbo. De hecho, el Fiesta ST, con sus tres cilindros, sus 200 CV y sus 29,6 mkg de par, acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos; es decir, más rápido que un Volkswagen Polo GTI DSG, un Renault Clio Sport EDC o un Mini Cooper S Aut., todos con motores de cuatro cilindros y cambios automáticos de doble embrague especialmente eficaces. Y lo bueno no es lo rápido que sube de vueltas, si no el empuje que se aprecia a cualquier régimen gracias a que el par máximo está disponible en un amplísimo abanico de revoluciones: entre 1.600 y 4.000 rpm. Acelerando, la aguja del cuentavueltas sube en un pis pas hasta las 6.300 rpm. Entonces, el ST ya circula a 90 km/h en segunda o a 130 km/h en tercera. Por cierto, el cambio manual de seis marchas es preciso y rápido como pocos. El sonido de este motor no es llamativo y emocionante, es lo siguiente. Sobre todo en modo Deportivo y cuando se superan las 5.000 rpm, momento en el que a nadie se le ocurriría pensar que lo que ruge bajo el capó es un motor de tres cilindros.

El otro aspecto importante en un deportivo es la eficacia de su chasis, lo que le va a permitir sacar el máximo partido a la potencia de su motor. Pues bien, en este punto también el Fiesta ST está preparado para obtener todo el jugo a los 200 CV. Y es que el nuevo Fiesta ST es el primer compacto deportivo en disfrutar de la tecnología de muelles desplazados que mejoran el trabajo de la suspensión trasera de eje torsional. Se trata de un sistema que permite que las fuerzas que se generan en apoyo se trasladen directamente al muelle, aumentando la rigidez lateral y mejorando el trabajo de un sencillo eje de torsión -por cierto, más firme que el de cualquier otro modelo de Ford Performance-, y que ayudan a que el eje suba y baje de la forma más vertical posible para que las ruedas mantengan el máximo contacto con el suelo; ni más ni menos que el resultado final que suele ofrecer un eje trasero multibrazo. Esta solución también ofrece un giro más preciso y un tacto más eficaz de la dirección, además de la compatibilidad con unos amortiguadores tradicionales, en este caso unos Tenneco bitubo delanteros y monotubo traseros con un excelente compromiso entre estabilidad y confort de marcha sin recurrir a ningún dispositivo electrónico. Lo hemos probado a fondo en todo tipo de pisos y la solución del nuevo ST funciona mejor de lo esperado: el coche es cómodo cuando debe y firme cuando se necesita.

Es la primera vez que el Fiesta ST ofrece programas de conducción; en concreto, modos Normal, Deportivo y Circuito. En Normal todo está configurado para ofrecer una respuesta ágil pero confortable. En modo Deportivo la respuesta del motor y la del pedal del acelerador son más sensibles e inmediatas, y la dirección se ajusta para lograr mejor tacto y un mayor control en una conducción rápida. Asimismo, la válvula de control de sonido activo se abre para aumentar el tono deportivo. Por último, en modo Circuito todas las características de dinámica del vehículo se ajustan para lograr los tiempos de vuelta más rápidos; para ello, el control de tracción se desactiva y el control de estabilidad deja que el coche deslice, se mueva y derrape a sus anchas sin que las ayudas sacrifiquen ese comportamiento deportivo. Ojo en cualquier caso con un autoblocante opcional que obliga, cuando se mantiene un ritmo 'de rallye', a no despistarse ni un milisegundo y a agarrar el volante con decisión.

Entre otras delicatesen, el ST lleva o puede llevar unos eficaces asientos Recaro con regulación lumbar, sistema Launch Control, una larga lista de ayudas a la conducción o llantas de 18 pulgadas. El Fiesta ST llegará a España en julio por 24.995 euros con la carrocería de tres puertas, y por 550 euros más con la de cinco.

Ecoboost 1.5 tricilíndrico. Con desconexión de cilindros

El motor EcoBoost 1.5 del ST cuenta con el primer sistema de desactivación de cilindros en un motor tricilíndrico -también lo llevará el EcoBoost 1.0-, que reduce el consumo sin comprometer el rendimiento. La tecnología utilizada detiene el suministro de combustible y el funcionamiento del cilindro número uno, situado en uno de los extremos, cuando no se necesita toda la potencia. El sistema puede activar o desactivar ese cilindro -que, por cierto, seguirá subiendo y bajando, aunque sin explosión y con las válvulas abiertas- en 14 milisegundos, 20 veces más rápido que un parpadeo. Lástima que esa activación no se refleje en el cuadro de instrumentos. El consumo medio homologado para el Fiesta ST es de 6,0 l/100 km, con alrededor de un 11 por ciento de ahorro.

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Fiesta Active. Un coche para todos los días del año

Respecto al resto de la gama Fiesta, el Active propone una estética específica, potenciada por una distancia libre al suelo 18 milímetros mayor que en el resto -19, según la rueda montada- y un interior con materiales preparados para soportar un ritmo de vida más activo. Pero el Fiesta Active incorpora, además, tres modos de conducción: Normal, para el día a día; Eco, que ajusta los parámetros del motor y del acelerador para optimizar el consumo; y modo Terreno Deslizante, que modifica los ajustes del Control de Estabilidad ECS y del control de tracción para mejorar el agarre en superficies poco adherentes como barro, nieve o hielo. El sistema ayuda, además, a mejorar el control del coche en curvas o adelantamientos con el suelo resbaladizo para evitar subvirajes o sobrevirajes excesivos. En la práctica, sobre piso con poca adherencia el modo Terreno Deslizante funciona tan bien como otros sistemas ya conocidos, por ejemplo en el Grupo PSA. Aunque los más deportistas o aventureros podrán montar fuera del concesionario neumáticos M+S que ayudan a mejorar todavía más la tracción del Active. La mayor altura del Fiesta Active no sacrifica nada el comportamiento del coche a diario y en situaciones normales, incluso circulando rápido en zonas viradas de carreteras de montaña. Al margen de que los muelles optimizados con nuevos ajustes y los amortiguadores específicos -con un nuevo tope de rebote hidráulico para suavizar las sacudidas en caminos muy deteriorados- otorgan a la versión más aventurera de la gama un gran tacto de conducción.

El Fiesta Active está disponible con cinco potencias diferentes. En gasolina, el 1.0 EcoBoost tricilíndrico se ofrece con 85, 100 y 125 CV, y el de 100 se puede elegir en manual o automático. Además, una cuarta variante de 140 CV se ofrecerá en España sólo bajo pedido, aunque lo cierto es que por precio -solo 450 euros más que el 125 CV-, y por agrado y prestaciones, se impone como una de las opciones mecánicas más interesantes. En diésel, el 1.5 TDCi rinde 85 ó 120 CV. El Fiesta Active está disponible con acabados Active y Active Plus, y precios que oscilan entre 17.895 y 21.395 euros. Son sólo 100 euros más que un Fiesta Titanium, lo que le convierte en una de las opciones más recomendables de la gama.