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Siempre vemos cómo se despliega un airbag. Pero, ¿sabes cómo se fabrica?

La seguridad es uno de los aspectos más importantes a la hora de diseñar y fabricar automóviles modernos, por lo que los airbags nunca pueden faltar. Han salvado millones de vidas desde su invención, son uno de los componentes clave en este esfuerzo. Fabricarlos es un proceso complejo que combina ingeniería de precisión, materiales avanzados y pruebas rigurosas.

Desde la obtención de las materias primas hasta la instalación final en los vehículos, el recorrido de un airbag hasta convertirse en un elemento de seguridad eficaz es fascinante. Muy pocos saben realmente como es el proceso de creación de este elemento fundamental en todos los vehículos. En este artículo te contaremos como se hacen y, luego, colocan en tu automóvil.

Selección de materiales y diseño del airbag

El primer paso en la fabricación de un airbag es la selección de los materiales adecuados. Los airbags están hechos principalmente de tejidos de nylon de alta resistencia que son tratados con un recubrimiento especial para mejorar su durabilidad y resistencia al calor. El diseño es crucial: debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar la presión del gas inflado en caso de un impacto, pero también debe ser lo suficientemente suave como para proteger al ocupante del vehículo.

Una vez seleccionado el material, se corta en patrones específicos utilizando maquinaria automatizada de corte por láser o cuchillas de alta precisión. Estos patrones están diseñados para adaptarse a diferentes ubicaciones dentro del vehículo, como el volante, el panel de instrumentos, los asientos y las cortinas laterales. Después del corte, las piezas de tela se cosen juntas mediante máquinas de coser industriales que utilizan hilos especiales reforzados.

Los últimos pasos de la fabricación del airbag

Los últimos pasos de la fabricación del airbag

El inflador es una de las partes más críticas de un sistema de airbag. Este componente es responsable de inflarlo en milisegundos cuando se detecta un choque. Los infladores contienen un gas comprimido, generalmente nitrógeno, o un conjunto de productos químicos que reaccionan para producir un gas caliente. El proceso de fabricación del inflador involucra la manipulación de sustancias químicas sensibles y la construcción de una carcasa metálica robusta que pueda soportar la explosión controlada sin causar daños a los ocupantes.

Una vez todo listo, se ensamblan para formar el módulo completo de la bolsa de aire. Este módulo se conecta a un sistema de sensores que detectan una desaceleración repentina o impacto. Después del ensamblaje, cada módulo se somete a rigurosas pruebas de control de calidad. Tras de pasar todo esto, se instalan en las posiciones designadas dentro del vehículo. Los técnicos deben asegurarse de que los sensores de choque estén correctamente alineados y que no haya obstrucciones que puedan interferir con el despliegue de la bolsa.