Cada euro cuenta y en un contexto en el que llenar el depósito cuesta cada vez más, los peajes no dejan de subir y la inflación aprieta los bolsillos, cualquier oportunidad de ahorrar es bienvenida. Lo que muchos desconocen es que su propio medio de transporte —ya sea coche, moto o incluso bicicleta eléctrica— puede convertirse en una interesante vía para recortar la factura fiscal. Sí, hablamos de deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por cuestiones relacionadas con la movilidad.
Aunque no son ampliamente conocidas, existen ciertas ventajas fiscales que permiten deducirse hasta 3.000 euros por la adquisición de determinados vehículos. No es magia ni una laguna legal, sino medidas establecidas por la normativa vigente, en su mayoría pensadas para incentivar la movilidad sostenible. Y lo mejor de todo: ya están en vigor y pueden aprovecharse con una buena planificación.
4Subvenciones compatibles con deducciones

Muchos ciudadanos piensan que si ya han recibido una ayuda directa para la compra de un vehículo —como el Plan MOVES— no pueden beneficiarse de ventajas fiscales. Esto no es del todo cierto. En la práctica, sí puedes aplicar la deducción del 15% en el IRPF por la compra de un coche eléctrico, aunque deberás restar del importe total las subvenciones públicas recibidas.
Es decir, si compraste un coche por 25.000 euros y recibiste 7.000 euros del Plan MOVES, la base para calcular la deducción no será 25.000, sino 18.000. Sobre esa cantidad, podrás aplicar el 15%, lo que te permitirá deducirte 2.700 euros en la declaración de la renta. No es el máximo de 3.000, pero sigue siendo una rebaja fiscal muy interesante.