Entre los años 2002 y 2005 la firma premium de Honda para los Estados Unidos, Acura, ofrecía su deportivo NSX en un exclusivo color azul denominado Long Beach Blue, el cual llevaba el nombre del Acura Grand Prix que se disputaba precisamente en esta mítica ciudad de California.
Durante todo ese tiempo apenas se llegaron a fabricar 88 unidades acabadas en dicho color para los Estados Unidos, siendo uno de los más raros y singulares aplicados entonces en aquel deportivo de motor central.
Una opción de 1.000 dólares
Ahora Acura vuelve a rememorar dicho color para su nuevo NSX, aunque reinterpretado para el Siglo XXI y bautizado como Long Beach Blue Pearl. Será una opción valorada en 1.000 dólares (850 euros) y se convertirá como antaño en uno de los colores más raros aplicados en dicho deportivo.
Dicha cuantía económica deberá sumarse a los 157.500 dólares (133.700 euros) que Acura pide al otro lado del océano por cada uno de sus NSX, que como sabrás se trata de un deportivo que esconde una avanzada mecánica híbrida compuesta por un motor 3.5 V6 Biturbo con 507 CV de potencia al que se suma un motor eléctrico para llegar a alcanzar los 580 CV de potencia (también cuenta con una batería de iones de litio con 1,3 kWh de capacidad), enviados a sus cuatro ruedas por medio de su sistema Sport Hybrid Super Handling All-Wheel Drive y de una transmisión automática de doble embrague con nueve velocidades.
Como resultado este deportivo que pesa 1.759 kilos presume de poder acelerar de 0 a 100 km/h en 3,0 segundos y superar la barrera de los 300 km/h.
