Tesla ha vuelto a ser el centro de la conversación tecnológica, y no precisamente por una función celebrada. La última actualización de su sistema operativo, versión 2025.20.7, incluye una novedad pensada para salvar vidas: la detección de niños olvidados en el coche. No obstante, lo que sobre el papel parece una mejora bienintencionada, ha generado controversia entre miles de usuarios.
El motivo principal del descontento no es la funcionalidad en sí, sino cómo se implementa. Para funcionar correctamente, esta nueva herramienta requiere que los sensores del vehículo, incluido el micrófono interno, permanezcan activos constantemente. Y eso ha encendido las alarmas en lo que respecta a la privacidad de los ocupantes del coche, abriendo un debate sobre si la seguridad debe imponerse a costa de la intimidad.
2La privacidad como nueva preocupación de los usuarios

Lo que preocupa a muchos propietarios no es tanto la intención de la función como su funcionamiento continuo. El hecho de que el micrófono esté activo en todo momento ha hecho saltar la voz de alarma entre quienes valoran la privacidad en su vehículo. Para muchos conductores, el coche es una especie de refugio personal, y saber que un sistema de inteligencia artificial puede estar “escuchando” en segundo plano genera incomodidad.
Tesla no ha confirmado que grabe conversaciones ni que almacene audio, pero el simple hecho de que el micrófono esté en escucha pasiva levanta suspicacias. La compañía afirma que solo busca señales acústicas que puedan indicar riesgo para un menor, pero en una época marcada por la preocupación sobre la vigilancia tecnológica, este tipo de decisiones generan desconfianza.