Corría el año 1991 cuando Mercedes-Benz se plantó en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica con un prototipo que quería servir de inspiración para lo que viniese en el futuro. Se llamaba F 100 Concept y, aunque pueda parecer que muchas de las cosas que incluía no son tan raras ni complejas, hay que pensar que hablamos de hace 30 años, cuando no estábamos ni obligados a llevar el cinturón de seguridad en vía urbana en España…
Tan común ahora. Tan futurista en 1991
Pues bien, en el F 100 se devanaron los sesos como nunca antes los ingenieros y diseñadores de la compañía para meter tanta tecnología pionera en la época como se pudiera. Y de hecho sorprende lo mucho que acertaron con algunas cosas, ya que muchas de ellas las podemos ver implementadas con total naturalidad en los coches actuales.
Dividido en distintas secciones, analizamos algunas de las cosas que hicieron que Mercedes fuera un adelantado a su tiempo que sabía lo que iba a venir. O que eran adivinos allí en la firma… Quien sabe.
La primera sección se la daremos a la Visibilidad, puesto que aquí estrenó unas luces de descarga o lámparas de descarga, que se valen de un gas como vehículo para que la electricidad produzca luz; es decir, las luces de Xenon, por ejemplo. Hoy día estamos acostumbrados a la tecnología LED, pero el Xenon fue un gran salto en la iluminación de los coches y en 1991 ya estaba Mercedes pensando en ello como elemento en sus vehículos.
Otra de las cosas que introdujo en el F 100 Concept fueron los limpiaparabrisas automáticos, con sensor de lluvia. Se utilizaron por primera vez en un Mercedes en 1996, con el CL C140. Ahora es algo común hasta en los coches más baratos.
La segunda sección se la lleva la Comodidad, pues el F 100 incluía en el volante unos botones para manejar el teléfono móvil. Esto no llegó a un Mercedes de producción hasta 1998 con el Clase S W220, y es más que común en los coches actuales encontrar botones para ello en el volante. También incluía entrada sin llave o botón de arranque, todo ello muy de moda ahora en casi todos los coches, pero que en 1991 era el puro futuro. Por último, la monitorización de las presiones de los neumáticos, una pasada hace tres décadas; algo normal en la actualidad.
Un adelantado a su época. E incluso a la actual…
Pero sin duda donde más destacó por si visión fue en la motorización. Y es que Mercedes apostó en el F 100 por una propulsión que mezclaba hidrógeno con un panel solar montado en el techo, cosa que en 1991 era una auténtica locura y que incluso hoy en día es futurista, pues existen muy pocos coches que utilicen esto (Toyota Mirai).
Otro de los apartados donde destacó notablemente fue en materia de seguridad. El coche implementó algo llamado control de distancia, similar a lo que hoy es el control de crucero adaptativo (CCA). Además, también tenía asistente activo de ángulo muerto y cámara trasera, cosas que se introdujeron en 2007 y 2005 respectivamente en el Clase S W221.
Por último, llegamos a la conectividad, donde el F 100 contaba con un buen puñado de elementos. Y es que podíamos encontrar en él una máquina de fax móvil y un ordenador personal. Es cierto que mucha de esta tecnología hoy parece una broma; ¿quién iba a querer llevar un fax en su coche? Pero volvemos a lo mismo, en 1991 esto era impensable en un coche…
Por lo tanto, visto todo esto y visto que muchos de estos elementos son comunes en los coches actuales, está claro que Mercedes-Benz ya tenía las ideas muy claras hace tres décadas sobre lo que debía o iba a llegar al mundo del automóvil.