Estacionar en la calle, especialmente en áreas urbanas congestionadas, siempre implica un riesgo para la integridad de tu coche. Es común encontrar rasguños, abolladuras y otros daños menores que, aunque no afectan la funcionalidad del coche, sí deterioran su apariencia y, eventualmente, su valor. Para mitigar estos problemas, un nuevo accesorio se ha vuelto viral.
Es una especie de «bumper» diseñado específicamente para evitar que otros vehículos rocen tu coche cuando está aparcado. Este accesorio, aunque no es precisamente el más estético, ha demostrado ser extremadamente funcional. Logra que no terminen chocando tu automóvil cuando otro conductor intenta estacionarlo muy cerca del tuyo, un problema como en Nueva York en donde no sobran los lugares para aparcar.
¿Cómo es este nuevo accesorio para tu coche?
Se trata de un dispositivo que se puede acoplar a la parte delantera y trasera del coche, actuando como una barrera física que previene el contacto directo con otros vehículos. Existen numerosos modelos en el mercado, desde simples protectores de goma hasta elaboradas barras metálicas que se extienden desde el parachoques. Todo con el fin de evitar cualquier roce por parte de los automóviles que intentar aparcar en pequeños lugares.
Estos protectores vienen en varias formas y tamaños, permitiendo a los propietarios de vehículos elegir el que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias. Algunos modelos son bastante discretos, mientras que otros, como las barras protectoras, pueden resultar bastante llamativos y, a veces, poco atractivos. Es triste ver coches de alta gama usando este feo elemento, pero el cuidado termina siendo más importante que cualquier tipo cuidado de la estética.
Diversidad de diseños y efectividad

La diversidad de diseños que se ven en Nueva York es impresionante. Hay modelos que utilizan materiales flexibles como el caucho o la espuma, que absorben los impactos menores sin causar daños. Otros modelos, más robustos, están fabricados con barras metálicas que crean una separación física considerable entre los coches, garantizando que no haya contacto en absoluto.
A pesar de su apariencia a menudo criticada, estos dispositivos cumplen con creces su función principal: proteger el vehículo de daños menores causados por otros coches al estacionar. Los propietarios que han instalado estos protectores informan una notable disminución en la cantidad de rasguños y abolladuras, lo que a largo plazo también puede traducirse en ahorros significativos en reparaciones y mantenimiento, caros en marcas como Porsche o alguna otra de alta gama.