A la hora de reformar, modificar o implementar accesorios en el coche, pocas decisiones generan tanta controversia como la instalación de la bola de remolque. Este accesorio, imprescindible para quienes necesitan enganchar un remolque o una caravana, se encuentra en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico (DGT). Y no es para menos: cualquier error en su instalación o documentación puede derivar en una sanción de hasta 400 euros. Con la entrada en vigor de la llamada «ley anti tuneo», el nivel de exigencia normativa ha aumentado, lo que obliga a los conductores a ser más precavidos que nunca.
3Enganches: fijos versus desmontables

Existen dos tipos principales de bolas de remolque, cada una con sus ventajas e inconvenientes:
- Enganches fijos: Permanecen instalados de forma permanente y no pueden desmontarse. Son ideales para quienes utilizan el remolque con frecuencia, pero pueden resultar incómodos si no necesitas usarlos regularmente.
- Enganches desmontables: Ofrecen la posibilidad de retirar la bola cuando no se está utilizando. Son una opción más versátil y estética, pero su montaje y desmontaje requiere algo más de tiempo.
La polémica surge, principalmente, con los enganches desmontables. En algunos casos, los conductores han sido sancionados por llevar la bola instalada sin remolque, argumentando que podría obstaculizar la visión de la matrícula. No obstante, la DGT aclara que estas multas carecen de base legal si la instalación está correctamente homologada y no interfiere con la visibilidad de la matrícula.