En los últimos años, el mercado de los coches eléctricos y conectados ha experimentado un gran auge, impulsado por la demanda de una movilidad más sostenible y eficiente. Algunos fabricantes de coches, especialmente los de origen chino, han decidido ampliar su oferta de productos y servicios con la creación de sus propios teléfonos inteligentes, que se integran perfectamente con el sistema operativo y las funcionalidades de sus vehículos.
Estas marcas buscan ofrecer una experiencia de usuario única y diferenciada, que les permita fidelizar a sus clientes y competir con gigantes tecnológicos como Apple o Google. En este artículo, analizaremos algunos ejemplos de esta tendencia, como Nio, Polestar o Porsche, y sus implicaciones para el futuro de la industria automovilística y de las telecomunicaciones.
3OnePlus 6T McLaren
Este terminal aúna la elegancia, el diseño y el dinamismo, como si de uno de los flamantes coches de McLaren se tratara pero trasladados al mundo de los dispositivos de telefonía móvil.
De hecho, es un smartphone ultrarrápido dispone de un procesador Qualcomm Snapdragon 845 asociado una RAM de 10GB y, además, cuenta con el sistema de recarga su batería de alta velocidad Warp Charge 30 se puede cargar por completo este teléfono de McLaren en tan solo 20 minutos.
El motivo por el que se reduce el tiempo de espera en acumular toda la electricidad que es capaz de almacenar es el hecho de contar con unos nuevos circuitos integrados, tanto en el cargador como en el teléfono, y el software de administración de energía que permiten que fluyan hasta 30 vatios de potencia por el dispositivo sin ralentizarlo, incluso mientras está en uso, o que se caliente en exceso.