La industria automotriz está cada vez más enfocada en la electrificación y la sostenibilidad, y por ello, los motores de combustión interna parecen estar destinados a convertirse en reliquias del pasado. Sin embargo, en medio de esta revolución eléctrica, aún existen vehículos que no solo desafían esta tendencia, sino que lo hacen con una potencia que sobrepasa los límites imaginables. Estos son los coches con motores de combustión y matrícula que superan la impresionante barrera de los 1.000 caballos de vapor (CV), representando el pináculo de la ingeniería y el rendimiento mecánico.
6Lider, en cualquier versión

En el primer lugar se encuentra el Hennessey Venom F5, disponible en tres versiones: básica, Roadster y Revolution. Todas comparten un motor 6.6 V8 biturbo que entrega 1,842 CV y 1,617 Nm de par máximo, combinado con una transmisión automática de siete relaciones y tracción trasera.
El Venom F5 acelera de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y de 0 a 200 km/h en menos de cinco segundos. Lo más impresionante es su velocidad máxima prometida, que supera los 500 km/h, un hito que aún está por confirmar oficialmente, pero que lo coloca en la cúspide del rendimiento automovilístico.