La industria automotriz está cada vez más enfocada en la electrificación y la sostenibilidad, y por ello, los motores de combustión interna parecen estar destinados a convertirse en reliquias del pasado. Sin embargo, en medio de esta revolución eléctrica, aún existen vehículos que no solo desafían esta tendencia, sino que lo hacen con una potencia que sobrepasa los límites imaginables. Estos son los coches con motores de combustión y matrícula que superan la impresionante barrera de los 1.000 caballos de vapor (CV), representando el pináculo de la ingeniería y el rendimiento mecánico.
4El absolutismo vikingo
El Koenigsegg Jesko es un testimonio de la dedicación de la marca sueca a la excelencia automotriz. Con un motor 5.0 V8 biturbo que produce 1,280 CV y hasta 1,622 CV con bioetanol E85, el Jesko es una verdadera bestia en términos de potencia.
La versión Absolut del Jesko, diseñada para maximizar la velocidad reduciendo la carga aerodinámica, promete alcanzar una velocidad máxima teórica de 532 km/h. Aunque aún no ha sido probado oficialmente, esta cifra coloca al Jesko en una posición competitiva en la carrera por ser el coche más rápido del mundo.