La historia de Nissan en España forma parte de un relato más amplio que abarca casi un siglo de tradición automovilística en Barcelona. Lo que comenzó como una aventura industrial en 1923 con Ford, evolucionó hasta convertirse en una de las plantas de producción más importantes de Europa para la marca japonesa, antes de que Zona Franca cerrara definitivamente sus puertas, como Nissan, en diciembre de 2021.
La historia de la Zona Franca de Barcelona comenzó mucho antes de que Nissan pisara territorio español. En 1923, Ford abrió una fábrica en el 149 de la Avenida Icaria del Poblenou de Barcelona que se vio obligada a abandonar a consecuencia de la Guerra Civil. Fue la primera gran fábrica de España, pues antes de la Guerra Civil alcanzó una producción de 8.000 coches y camiones. Tras la contienda pasó a producir material agrícola y fue nacionalizada como Motor Ibérica, pasando a fabricar tractores y camiones con la marca Ebro.

En 1967 la empresa se trasladó a las instalaciones que ocupa actualmente Nissan Motor Ibérica en la Zona Franca de Barcelona, sentando las bases para lo que se convertiría en una de las plantas automovilísticas más emblemáticas del país.
La producción de Nissan en Zona Franca empezó en 1982
Nissan llegó a España a finales de los años 70, iniciando oficialmente su producción en la planta barcelonesa en 1982. Durante estas cuatro décadas, la factoría se convirtió en un referente de la industria automovilística española, no solo por su volumen de producción sino también por la calidad y diversidad de sus modelos. La compañía celebró en 2022 sus 40 años de presencia en nuestro país, coincidiendo con el 90º aniversario de la marca a nivel mundial. Este período estuvo marcado por la producción de vehículos que se exportaban a toda Europa y otros mercados internacionales.
La planta de la Zona Franca fue testigo del nacimiento de algunos de los modelos más emblemáticos de Nissan. Coches icónicos para la marca y para los aficionados. Con un gran peso de un tipo de vehículos, los TT, que siempre han sido seña de identidad de la firma.

El primer modelo que ‘situó en el mapa’ a Zona Franca fue el Nissan Patrol, que comenzó su andadura en Barcelona en 1983, convirtiéndose en uno de los todoterrenos más respetados del mercado español. Este vehículo no solo marcó el inicio de la era dorada de Nissan en España, sino que también estableció los estándares de calidad que caracterizarían a la planta durante décadas. Se fabricarón más de 200.000 unidades en la factoría barcelonesa.

El segundo modelo emblemático de Nissan en Barcelona llegó en 1993. El Nissan Terrano II, se presentó en el Salón de Barcelona de este año en una pista de pruebas que la marca montó para la ocasión. El Terrano II, que también se fabricaba como Ford Maverick gracias al acuerdo con la marca del óvalo, estuvo en producción hasta 1999.

Otro de los modelos que en Zona Franca hizo historia fue el Pathfinder, sucesor del concepto del Patrol; un todoterreno con todas las de la ley. Este imponente SUV, conocido como Armada en otros mercados, se produjo en Barcelona entre 2004 y 2014. Y luego sus características lo llevaron a producirse en otros lugares como Estados Unidos o Rusia.

En el año 2000, en plena efervescencia de los monovolumen compacto con el éxito del Renault Mégane Scénic, Nissan también tuvo su monovolumen para Europa. Se llamaba Almera Tino, se ofrecía con un motor de gasolina y dos diésel y su origen había que buscarlo en Zona Franca.
Además, en Zona Franca se produjeron otros modelos de gran éxito en la marca, como el comercial Primastar, el compacto Nissan Pulsar o los pick up Nissan Navara y sus ‘hermanos en Renault, el Alaskan, o en Mercedes, el Clase X.

En todo este tiempo, Nissan ha producido más de 3.345.000 unidades y 15 modelos diferentes en Barcelona. Estas cifras hablan de una operación industrial de gran envergadura que empleó a miles de trabajadores a lo largo de las décadas y contribuyó significativamente a la economía catalana y española. Con una plantilla de 3.500 trabajadores, la factoría de la Zona Franca de Barcelona era un gran centro productor que contaba con una superficie de 517.000 metros cuadrados.
Los 40 años de la marca japonesa en España representan mucho más que cifras de producción o modelos fabricados. Simbolizan una época de crecimiento, innovación y excelencia industrial que dejó una gran huella en la historia del automóvil español.