Después de semanas de negociaciones y tras las peticiones de todas las asociaciones del sector, el Gobierno ha presentado un plan de impulso para el sector del automóvil. En un acto en el que han participado miembros del Gobierno junto a los representantes de las principales asociaciones del sector del automóvil en España -ANFAC, FACONAUTO, SERNAUTO Y AEDIVE- Pedro Sánchez ha desgranado las medidas y las líneas maestras del 'Plan de Impulso a la cadena de valor de la Industria de la Automoción' que va a destinar 3.750 millones de euros en los próximos años para reforzar un sector que debe enfrentarse a un contexto de cambios asociados a la descarbonización y la transformación digital.
Con medidas de tipo fiscal, normativo, logístico, de competitivida o de formación y cualificación profesional, el plan propone dos horizontes. Por un lado, en el corto plazo una reactivación del consumo y la compra de coches que se ejecutará este mismo año, «a partir de mañana», según palabras de Sánchez. Por otro con mmedidas estratégicas a medio plazo, que se pondrán en marcha a partir de 2021 y podrán ser financiadas con el apoyo de los fondos europeos.
Entre las primeras medidas, tendentes a reactivar la demanda, el Gobierno destina 450 millones de euros para la renovación del parque automovilístico español. Una renovación en la que no se deja fuera a ninguna tecnología de propulsión, aunque sí establece claramente sus preferencias. El plan de renovación divide esos 450 millones de euros en dos paquetes. 100 millones irán destinados a la edición 2020 del Plan Moves de impulso a la movilidad eléctrica y sostenible, que estimula la compra de vehículos movidos por energías alternativas (eléctricos o vehículos de transporte pesado de mercancias impulsados por gas natural), y despliegue de una infraestructura de la red de recarga de vehículos eléctricos, bicicletas compartidas… Este programa será cogestionado, como el anterior Plan Moves, por las diferentes comunidades autónomas.
Otros 250 millones anunciados se destinarán a la sustitución, por achatarramiento- de u modelo de más de 10 años de antigüedad que será sustituido por uno de cualquier tecnología -no excluye ningún tipo de propulsión- que disponga de etiqueta medioambiental -C, Eco o 0-. La ayuda se establecerá en función de esta etiqueta y de la eficiencia energética -idenficada con la clasificación energética, A o B, del IDAE-.
Entre 400 y 4.000 euros de ayuda del Gobierno
La limitación está en que el coste del coche que se compre no sobrepase los 35.000 euros y sus emisiones si sitúen por debajo de los 120 g/km de CO2. El programa se aplicará tanto a turismos y vehículos comerciales ligeros, como a vehículos industriales pesados y autobuses. Y el apoyo económicos por parte del Gobierno debe ser igualado por el fabricante o vendedor.
En el caso de los particulares, por tanto, la ayuda que ofrecerá el Gobierno oscila entre 400 euros para un modelo con etiqueta ambiental C y eficiencia energética B y los 1.000 euros que recibiría un comprador de un modelo con etiqueta ECO y eficiencia A. A eso se sumaría la misma cantidad -400 o 1.000 euros- aportada por el fabricante.
En el caso de los eléctricos, con etiqueta 0, la ayuda del Gobierno asciende a 4.000 euros y el fabricante solo está obligado a añadir otros 1.000 euros más a esa cantidad.
La renovación del parque de vehículos también incluye la renovación de la flota de vehículos de la Administración General del Estado por vehículos con etiqueta CERO y el despliegue de infraestructura de recarga de vehículo eléctrico. Esta renovación estará dotada con los 100 millones restantes de los 450 millones de euros anunciados.
Y más allá de las medidas inmediatas, el Gobierno ha anunciado planes a dos años para adaptar el sector de la automoción en España y reorientarlo la industria hacia las nuevas demandas de los mercados y los objetivos de sostenibilidad. El objetivo es conseguir la adjudicación de fabricación de nuevos modelos eléctricos o de hidrógeno y el desarrollo de nuevos modelos de negocio de modo que la creación de empleo sea sostenible en el tiempo.
Entre estas medidas están una línea de préstamos con tipos de interés más bajos para el Plan de Reindustrialización, una parte específica de la línea de avales ICO-COVID para autónomos y empreasas destinada a financiar la renovación de la flota de vehículos de uso profesional; medidas de apoyo para mejorar la competitividad del transporte tanto para el suministro del sector como para la exportación de los automóviles fabricados en nuestro país.
En el campo de la innovación, se destina 415 millones de euros a la innovación industrial en diferentes campos -hidrógeno renovable, proyectos industriales de movilidad sostenible, mejora de la conectividad…- para aumentar la competitividad de la industria española y colocarla de manera adecuada ante los nuevos retos.
Otras medidas incluyen incentivos fiscales por valor de 100 millones de euros como complemento a inversiones que impulsen la movilidad eléctrica sostenible y conectada. Y también se permitirá usar parcialmenteel superávit de las Entidades locales para la renovación eficiente de las flotas.
Y en el plano de la cualificación profesional de los trabajadores del sector, el Gobierno reconoce la necesidad de mantener el empleo en el sector y plantea dedicar 95 millones de euros a un plan masivo de desarrollo de competencias profesionales que sea capaz de generar mano de obra cualificada y adaptar la mano de obra existente a las nuevas necesidades.
Compromiso de la industria
El plan del Gobierno, también lo es de la industria de la automoción, que se ha comprometido también a poner de su parte para avanzar en este camino. El sector de fabricantes de vehículos y de componentes, avanzará en la descarbonización del parque y buscará atraer a España la producción de nuevos modelos eléctricos y electrificados. El objetivo es que en 2030 se alcance al menos una producción anual de entre 700.000 y 800.000 vehículos electrificados (eléctrico puro y enchufable) y los componentes necesarios, lo que permitirá mantener la cuota anual del 12% de penetración en el mercado europeo.
La industria trabajará además para el desarrollo de las infraestructuras de recarga públicas, impulsará la movilidad compartida, impulsará la industria 4.0 y desarrollará programas de atracción de talento cualificado, entre otras medidas. El objetivo es propiciar un entorno que contribuya a atraer la inversión necesaria para que el desarrollo del ecosistema de movilidad pueda alcanzar en España en 2040 los 310.000 millones de euros de cifra de negocio, manteniendo la relevancia del sector industrial de fabricación de vehículos y de componentes en el entorno internacional, a la vez que se apoya el desarrollo de las nuevas líneas de negocio que deben acompañar dicho ecosistema.