En plena ola de calor, dejar el coche aparcado en la calle durante horas puede convertirlo en un auténtico horno. Las temperaturas en el interior pueden alcanzar fácilmente los 60 grados, y zonas como el salpicadero, el volante o los asientos incluso superar los 70. Con esas cifras, entrar al vehículo y ponerse al volante no solo es incómodo, sino que puede resultar peligroso. El calor extremo aumenta la fatiga, reduce la capacidad de reacción y puede provocar somnolencia o, en casos extremos, golpes de calor.
Por suerte, existen estrategias eficaces para enfriar el coche rápidamente antes de iniciar la marcha. Norauto, cadena especializada en mantenimiento y reparación de automóviles, propone varios métodos sencillos que ayudan a reducir la temperatura interior en pocos minutos y mejorar la seguridad y el confort al conducir.
1Ventilar antes de arrancar

Uno de los errores más comunes es entrar directamente en el coche y encender el aire acondicionado a máxima potencia. Antes de hacer esto, es recomendable abrir las puertas y ventanillas durante unos minutos para que el aire caliente acumulado en el habitáculo se libere. Este paso inicial facilita que el sistema de climatización trabaje menos y enfríe más rápido.
La ventilación previa es especialmente útil si el vehículo ha estado expuesto al sol de manera prolongada. Basta con abrir todas las puertas o, al menos, las ventanillas delanteras y traseras, dejando que el aire fluya. Si además hay algo de brisa, el efecto refrescante será más rápido y notable.