¿Alguna vez te has parado a pensar si algunas de las normas que impone la DGT podrían acabar dañando tu coche? Puede sonar contradictorio porque se supone que las reglas están para mejorar la seguridad y el buen funcionamiento del tráfico. Sin embargo, un mecánico profesional tiene una perspectiva única y, en ocasiones, sorprendente sobre este aspecto. Y lo más sorprendente es que ha observado cientos de averías por cumplirlas normas de circulación.
En concreto, hay 3 reglas que pueden causar averías muy costosas, y que afectan de forma irremediable diversos componentes de tu coche..
2Otra regla a debate: La obligación de encender las luces de día
Esta es una medida que la DGT ha implantado con el objetivo de aumentar la visibilidad de los vehículos, alegando que un coche con las luces encendidas, incluso de día, es más fácil de ver. Muchos vehículos modernos ya incorporan luces de circulación diurna (DRL) que cumplen esta función con un consumo energético mínimo. Pero, ¿qué pasa con los coches más antiguos o aquellos que no las tienen y deben encender sus luces de cruce durante todo el día?
Según los mecánicos, esta práctica acelera el desgaste de varios componentes eléctricos y de iluminación. En primer lugar, la vida útil de las bombillas se reduce. El encendido y apagado constante y las horas de funcionamiento extra significan que tendrás que reemplazarlas con más frecuencia. Cambiar una bombilla puede parecer una tarea menor, pero en muchos coches actuales el acceso es complicado y requiere mano de obra de taller, o en el caso de las de xenón, el coste de la bombilla en sí es elevado.
Pero el problema no se queda solo en las bombillas. El alternador trabaja más de lo necesario cuando las luces de cruce están encendidas todo el rato. Un mayor uso del alternador implica un mayor desgaste de sus componentes internos y una reducción de su vida útil. Una avería te dejará tirado, y la reparación es costosa.
La batería también sufre un estrés adicional, ya que el alternador debe mantener una carga constante para alimentar las luces, lo que puede influir en su duración. Aunque el impacto no es tan drástico como en el caso del alternador o las bombillas, a la larga, la batería podría mostrar signos de fatiga antes de lo esperado.
Por tanto, lo que parece una medida sencilla para mejorar la seguridad visual se traduce en un desgaste prematuro de elementos que, aunque no causen una avería catastrófica, sí suponen un gasto extra y visitas más frecuentes al taller.
