El debate sobre el pago por uso de las infraestructuras viarias en España ha vuelto con más fuerza que nunca. La patronal Seopan, que agrupa a las principales constructoras y concesionarias del país, ha puesto sobre la mesa una propuesta que podría cambiar para siempre la manera en la que los conductores se desplazan por las carreteras del Estado. Su planteamiento es directo: cobrar 3 céntimos por cada kilómetro recorrido por un turismo en las autovías de titularidad pública. La medida, aunque no es nueva, sí gana peso en un contexto en el que el mantenimiento de las infraestructuras se encuentra infrafinanciado y los presupuestos públicos están cada vez más ajustados.
Aunque el Gobierno no se ha pronunciado oficialmente, lo cierto es que se nos sigue viendiendo desde muchos puntos la necesidad de buscar fórmulas sostenibles para conservar más de 13.000 km de autovías libres de peaje. La pregunta es: ¿estamos los ciudadanos preparados para empezar a pagar por circular por dichas autovías?
4Ventajas del modelo para el estado y los usuarios

Entre los beneficios que defienden los promotores del sistema destaca la idea de “quien usa, paga”, lo que consideran más justo que sufragar la conservación con impuestos generales. De esta forma, los usuarios frecuentes (incluidos los transportistas extranjeros que usan la red española) contribuirían proporcionalmente al mantenimiento.
También señalan que esta recaudación permitiría planificar obras de mejora y conservación a largo plazo, sin estar sujetas a la incertidumbre presupuestaria anual. Asimismo, podría derivarse parte de los fondos a mejorar la seguridad vial, reducir emisiones con medidas de eficiencia y mejorar el estado del firme, que en muchas zonas ya está muy degradado.
Además, aseguran que este modelo evitaría la reimplantación de peajes tradicionales, considerados más costosos, ineficientes y menos adaptables a los distintos perfiles de usuario.