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Parece que fue ayer, pero han pasado 25 años del vuelo más recordado de un Mercedes-Benz en Le Mans

La historia del automovilismo está llena de momentos memorables, pero pocos son tan impactantes como los incidentes que involucraron al Mercedes-Benz CLR durante las 24 Horas de Le Mans en 1999. Han pasado 25 años desde esos acontecimientos, pero las imágenes de esos coches volando por los aires siguen frescas en la memoria de los aficionados.

La escudería alemana llegó a esta competencia con grandes expectativas. El equipo trajo tres CLR y una alineación de pilotos que incluía jóvenes promesas como Mark Webber, de 22 años, junto a veteranos experimentados como Bernd Schneider. El objetivo era claro: retomar la gloria en una de las carreras más prestigiosas del mundo. El CLR, sucesor del exitoso CLK LM, estaba diseñado para competir en la categoría Le Mans Grand Touring Prototype (LMGTP).

¿Cómo fue que salió volando el Mercedes-Benz?

El primer indicio de problemas surgió durante la clasificación nocturna. Mark Webber, al volante del CLR #4, sufrió un accidente en la rápida curva de Indianápolis. Aunque no hay video del incidente, se confirmó que el coche se había levantado del suelo. Mercedes-Benz trabajó rápidamente para reconstruir el vehículo usando un chasis de repuesto y añadió algunas mejoras aerodinámicas con la esperanza de evitar futuros problemas.

Sin embargo, las modificaciones no fueron suficientes. En la sesión de calentamiento del día de la carrera, Webber volvió a experimentar un incidente similar. Esta vez, el CLR voló por los aires y terminó volcado con los neumáticos hacia arriba. Milagrosamente, Webber salió ileso una vez más. Describió el suceso como «un despegue de avión», detallando cómo a 300 kilómetros por hora, no pudo evitar el desastre a pesar de frenar. Tras este segundo accidente, Mercedes decidió retirar el CLR #4 de la competición.

El golpe final para el Mercedes-Benz CLR

El golpe final para el Mercedes-Benz CLR

El tercer y más devastador incidente ocurrió pocas horas después de que comenzara la carrera. Peter Dumbreck, conduciendo el CLR #5, perdió el control en la recta de Indianápolis. El coche despegó del suelo, giró en el aire y aterrizó en los arbustos. Este accidente, captado en cámara y transmitido en vivo a millones de espectadores, fue el clavo final en el ataúd del programa CLR. Afortunadamente, Dumbreck no sufrió lesiones graves.

El análisis posterior a los accidentes reveló fallos significativos en el diseño aerodinámico del CLR. La configuración permitía que una gran cantidad de aire fluyese por debajo del auto, levantándolo del suelo. Las rectas en pendiente del circuito de Le Mans, especialmente cuando el auto seguía de cerca a otros vehículos, exacerbaron estos problemas. Tras el accidente de Dumbreck, Mercedes-Benz retiró inmediatamente el CLR #6 restante y canceló el programa por completo.