Las autovías y autopistas españolas están limitadas a 120 km/h, salvo tramos concretos y peligrosos que suelen tener una velocidad inferior. Pero esta limitación puede tener los días contados en favor de una mayor seguridad en carretera, como ya ocurre en un tramo de la AP-7 en Catalunya.
El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) puso en funcionamiento hace unos meses su nuevo sistema de límites dinámicos, lo que convierte a esta carretera en la primera inteligente que tenemos en España. Y obliga a los conductores a despedirse de circular a 120 km/h si el tráfico o las circunstancias meteorológicas no lo permiten.
Simplemente, convertir en norma algo que hasta ahora es de sentido común. Por ejemplo, con tráfico denso no es posible circular a 120, igual que si hay mucha niebla o llueve de forma intensa. La lógica nos dice que deberíamos reducir la velocidad lo suficiente como para controlar el vehículo, poder anticiparnos a cualquier emergencia y guardar la distancia de seguridad. La novedad de este tramo de 150 kilómetros de la AP-7 es que la Inteligencia Artificial analiza todos los factores que influyen en el estado de la vía y ajusta el límite de velocidad en consecuencia.
La AP-7 estrena los nuevos límites de velocidad dinámicos

En Europa, ya se empieza a hablar de las carreteras inteligentes, que serán el futuro en todo el mundo. Otros países ya tienen algunos tramos con una infraestructura parecida a la que hemos estrenado hace poco en España con este tramo de la AP-7. Son unos 150 kilómetros a la altura de El Vendrell en los que la IA está muy presente.
De hecho, este sistema se encarga de medir la densidad del tráfico, las condiciones meteorológicas, el estado de la carretera y cualquier otro factor externo que pueda afectar a la circulación. De esta manera, aunque el límite genérico de la vía sean 120 km/h, la IA lo puede reducir a la velocidad que considere oportuna por el bien de la seguridad vial. Y además de reducir accidentes, también es una buena manera de reducir las emisiones contaminantes y ahorrar en combustible.
Por ejemplo, en Alemania y en Francia lleva en funcionamiento mucho más tiempo que en España. En el país germano está mucho más avanzado, y las autoridades han confirmado con cifras que ha servido para reducir el número de accidentes; nuestro país vecino lo aplica sobre todo en tramos muy peligrosos o en lugares donde suele haber una meteorología cambiante. Por ejemplo, en Francia el límite de velocidad genérico es de 130 km/h en autopista, pero el límite se reduce automáticamente a 110 km/h con lluvia.
¿Nos despedimos para siempre de los 120 km/h?

En España, solo una vez nos hemos despedido de los 120 km/h en las autovías y autopistas. Fue durante unos meses en el año 2011, cuando el Gobierno acordó reducir la velocidad máxima a 110 km/h porque se demostró que era una buena medida para reducir el consumo de combustible.
Los nuevos límites dinámicos no significan que nos vayamos a despedir para siempre de circular a 120 km/h. Pero sí que tenemos que cambiar el chip y adaptarnos a los cambios. Porque si en un tramo de una carretera inteligente hay un radar, multará a la velocidad que haya en ese momento y no a la genérica de la vía. Por tanto, hay que estar mucho más pendientes que antes.
En este sentido, hay asociaciones de conductores que ya advierten de que los cambios constantes pueden generar confusión para algunos conductores o que se disparen las multas para los despistados que no estén pendientes de los paneles de mensaje variable. Por eso, en este tramo de la AP-7 ha habido un periodo de adaptación para familiarizarnos con los límites dinámicos y previsiblemente será así en todos los nuevos tramos.