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domingo, 18 mayo 2025

¡Mucho ojo! Estas son las 10 enfermedades con las que la DGT no te va a dejar ponerte al volante

Conducir un vehículo implica una enorme responsabilidad. No solo hay que respetar las normas de tráfico, sino también tener la capacidad física y mental adecuada para hacerlo de forma segura. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT), junto con el Reglamento General de Conductores, establece una serie de restricciones médicas que impiden obtener, renovar o mantener el permiso de conducción si se padecen determinadas enfermedades. La razón es clara: proteger la seguridad del propio conductor y de los demás usuarios de la vía.

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De hecho, según los expertos de Cleverea, compañía especializada en seguros para automóviles y motos, circular con una enfermedad que inhabilite para conducir sin tener un informe médico favorable puede acarrear multas de hasta 6.000 euros, y lo que es peor: dejar al conductor sin cobertura del seguro en caso de accidente. A continuación, repasamos las diez patologías más comunes que pueden suponer una barrera para seguir al volante.

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Enfermedades renales: diálisis y trasplantes bajo vigilancia

Conductor descubre la manera de no perderse más en carretera y no es con GPS
fuente: propia

Quienes padecen insuficiencia renal y están sometidos a diálisis, o quienes han sido sometidos a un trasplante renal, necesitan un informe favorable de su nefrólogo para ponerse al volante. En el caso de los trasplantados, se exige un mínimo de seis meses sin complicaciones tras la operación para considerar el regreso a la carretera.

Los tratamientos asociados a estas condiciones, como ciertos medicamentos inmunosupresores, también pueden interferir en la capacidad de conducción.

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