La manera de conducir se puede ver afectada, junto a nuestra rutina, por los cambios de horario de cara al invierno. A medida que los días se vuelven más cortos, el sol se oculta más temprano, y las condiciones de luz y visibilidad disminuyen, poniendo a prueba la habilidad y los reflejos de los conductores. Estos cambios no solo exigen ajustes en el reloj biológico, sino también en la forma en que nos preparamos para enfrentar la carretera. Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, ofrece 10 recomendaciones para incrementar la seguridad de los automovilistas en la carretera cuando llega el cambio de hora.
1Menos luz natural, mas luz artificial y clima adverso
El cambio de horario hace que el amanecer y el anochecer suceden más temprano, algo que debemos aprovechar. Siempre que sea posible, planifica tus trayectos para realizarlos durante el día, cuando la visibilidad sea óptima. Las horas de luz natural no solo facilitan la visibilidad, sino que también reducen el riesgo de fatiga visual que provoca la conducción nocturna.
A veces, no queda más remedio que conducir de noche o en condiciones de baja visibilidad. En estos casos, elije vías suficientemente iluminadas. Además de brindarte mejor visibilidad, las luces de la carretera pueden ayudar a detectar peligros que de otra forma pasarían desapercibidos. Evite rutas en las que los sistemas de iluminación no cubran los tramos clave, especialmente en condiciones de lluvia o niebla.
Durante el otoño y el invierno, la lluvia, el viento y la niebla suelen estar presentes, dificultando la conducción. Si te enfrentas a un clima extremo y no tienes urgencia, considera posponer tu trayecto. En situaciones donde la conducción sea inevitable, revisa las alertas meteorológicas y prepárate para los desafíos del clima.