El fabricante de automóviles Stellantis se encuentra en una encrucijada, considerando el posible cierre y venta de uno de sus principales centros de pruebas de vehículos situados en Arizona, Estados Unidos. Esta decisión surge en el marco de un programa más amplio de reducción de costes, impulsado por el consejero delegado Carlos Tavares, quien también se enfrenta a la presión de encontrar un sucesor antes de que termine su mandato en 2026, ante el deterioro de los beneficios del grupo.
El centro de pruebas en Arizona: historia y dimensiones
El centro de pruebas, que abarca más de 1.600 hectáreas entre Phoenix y Las Ventas, ha sido un pilar fundamental en las operaciones de Stellantis desde la fusión de FCA y PSA en 2021. El complejo fue adquirido por Chrysler a Ford en 2007 por un importe superior a 35 millones de dólares, es decir, más de 32 millones de euros actuales. Este centro no solo tiene un valor significativo desde un punto de vista económico, sino que también representa una infraestructura esencial para las pruebas de vehículos en condiciones reales.
En la actualidad, este centro de pruebas cuenta con una plantilla de aproximadamente 69 empleados. Sin embargo, el uso de estas instalaciones ha comenzado a discutirse a medida que Stellantis ajusta su estrategia de costes.
La nueva estrategia de Stellantis: hacia una mayor eficiencia
A partir del año próximo, Stellantis planea utilizar los campos de pruebas de Toyota en Arizona, lo que sugiere un enfoque más ingenioso para optimizar sus recursos. Este movimiento también permitirá a Toyota obtener ingresos adicionales al alquilar sus instalaciones a otros grupos automovilísticos, lo que podría convertir esta decisión en una situación beneficiosa para ambas partes.
Desconexión y externalización de recursos
Uno de los factores que ha llevado a esta reorientación es la decidida estrategia de externalización de ingenieros adoptada por Stellantis. La compañía ha reducido su plantilla global en aproximadamente un 15,5%, lo que representa unos 47.500 empleados, y ha visto un recorte del 14,5% de su fuerza laboral en América del Norte. Esta tendencia de recortes laborales se ve impulsada por la búsqueda de optimización de costos, moviendo operaciones hacia países como Brasil, India y México, donde los costos laborales son significativamente más bajos.
Comparativa con la competencia
A finales del año pasado, Stellantis empleaba a 11.000 personas en Estados Unidos, una cifra que palidece en comparación con otras compañías del sector. Por ejemplo, General Motors emplea a 53.000 trabajadores estadounidenses, mientras que Ford tiene una plantilla de 28.000 empleados en el mismo país. Esta diferencia crea una presión adicional sobre Stellantis para reevaluar sus modelos operativos y de negocio.
Impacto en la industria automotriz
La decisión de cerrar el centro de pruebas en Arizona puede ser un indicativo de una tendencia más amplia en la industria automotriz. Con una creciente presión para reducir costes y aumentar la eficiencia, muchas empresas se ven obligadas a reconsiderar no solo sus infraestructuras, sino también su acceso a una fuerza laboral cualificada.
El impacto de los costos laborales en la toma de decisiones
Los cálculos internos de Stellantis indican que el costo por empleado en países como Brasil, India o México puede ser hasta 50.000 euros inferior al de los mismos puestos de trabajo en Estados Unidos o Europa. Esta disparidad de costes está llevando a las empresas automovilísticas a replantearse sus modelos de operación y a buscar fórmulas que les permitan seguir siendo competitivas en un mercado global.
La evolución del mercado de pruebas automovilísticas
La reducción de la operativa en centros como el de Arizona podría reflejar un cambio en el panorama de pruebas automovilísticas, donde la tendencia se está orientando hacia la colaboración y el alquiler de instalaciones. Esto puede facilitar a los fabricantes obtener acceso a tecnología avanzada y mano de obra calificada sin incurrir en los gastos fijos que conlleva mantener un centro propio.
La visión futura de Stellantis
Mirando hacia el futuro, es crucial que Stellantis ajuste su visión para enfrentar los desafíos emergentes de la industria. La necesidad de una transformación digital y un enfoque proactivo hacia la sostenibilidad son necesarios para garantizar la viabilidad a largo plazo de la empresa. Con la presión en la reducción de costes y la búsqueda de nuevas eficiencias operativas, la compañía debe descubrir formas innovadoras de afrontar el cambio.
Oportunidades en el sector electromóvil
Con la creciente transición hacia los vehículos eléctricos y la sostenibilidad, Stellantis tiene la oportunidad de dirigir sus esfuerzos hacia la investigación y el desarrollo en esta esfera. La electrificación de su flota podría no solo ayudar a mejorar sus márgenes de beneficio, sino también consolidar su posición en un mercado que cada vez es más competitivo.
La importancia del liderazgo
El liderazgo también jugará un papel crucial en el futuro de Stellantis. La incertidumbre sobre el futuro de Carlos Tavares y la búsqueda de un sucesor resaltan la importancia de contar con líderes visionarios que comprendan las complejidades del mercado automovilístico moderno y que estén dispuestos a asumir riesgos calculados para garantizar el crecimiento sostenible de la empresa.