Gracias a sus 2,16 metros de estatura entre otras muchas virtudes dentro de la cancha, Shaquille O’Neal se convirtió en toda una estrella de la NBA. Sin embargo, ser tan alto además de tener ventajas, tiene también innumerables inconvenientes. Sobre todo si te quieres hacer un deportivo Chevrolet Corvette C8, precisamente la última incorporación al extenso y peculiar garaje del exjugador de la NBA.
Confeccionado por la firma de la pajarita para conductores de estatura media, claramente O’Neal se sale de esos parámetros tenidos en cuenta para dar forma al habitáculo del primer Corvette con motor central de la historia. De ahí que la estrella de la NBA acuidera a los servicios de Effortless Motors para crear una unidad a su medida. Y nunca mejor dicho, porque a comienzos de este mismo año comenzaron a trabajar en un Chevrolet Corvette C8 debidamente estirado para que O’Neal pudiera acomodarse en sus asientos.
Este Corvette mide prácticamente lo que un Audi A8 o un Mercedes-Benz Clase S
Sin duda alguna lo más llamativo del trabajo realizado por los chicos de Effortless Motors es que el Chevrolet Corvette C8 que han personalizado para Shaquille O’Neal se ve prácticamente calcado a cualquier otro. Pero no lo es, ya que han estirado su distancia entre ejes en medio metro para ganar el espacio necesario en su habitáculo y creando un vehículo que pasa de 4,63 a 5,13 metros de largo. Para que te puedas hacer una idea es prácticamente cinco centímetros más corto que berlinas de representación como los Audi A8 o Mercedes-Benz Clase S (miden 5,19 y 5,18 metros respectivamente).
Según parece, los especialistas de Effortless Motors han estirado el Chevrolet Corvette C8 de O’Neal justo tras las puertas, que no se han modificado respecto a las originales. Y aunque la estrella de la NBA cabe en el vehículo, no parece ir todo lo cómodo que viaja en el Cadillac Escalade con el que va a recoger su modificado deportivo. Y es que su cabeza parece quedar a pocos milímetros del pilar trasero, sin olvidarnos de que también deberían haber trabajado para bajar aún más el asiento, porque puede que O’Neal vea directamente por encima de la luna. Y en ese caso tampoco podrá conducirlo con el techo puesto.