Mario Draghi, ex primer ministro italiano y ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha manifestado su preocupación sobre la falta de planificación en la Unión Europea (UE) en el sector automovilístico. Según Draghi, esta industria simboliza las carencias que se derivan de establecer ambiciosos objetivos de descarbonización sin promover al mismo tiempo una transformación adecuada de la cadena de suministro. En un informe titulado sobre la competitividad de la UE, entregado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Draghi ha resaltado varios puntos críticos que deben tenerse en cuenta para fortalecer la industria automotriz europea.
Un sector en crisis por la falta de una política industrial
Draghi sostiene que el sector del automóvil es un ejemplo paradigmático de la falta de planificación por parte de la UE. «La UE aplica una política climática sin una política industrial», criticó. Este planteamiento pone de manifiesto la necesidad urgente de crear un enfoque más cohesivo que vincule los objetivos climáticos con una estrategia industrial robusta. La neutralidad tecnológica, un principio que debería guiar la transición hacia la sostenibilidad, no ha sido debidamente aplicado en esta industria.
Plan de acción industrial: Necesidad urgente
Ante esta situación, Draghi sugiere que es imperativo desarrollar un plan de acción industrial para el sector automovilístico. Este plan debería tener como objetivo inmediato evitar una posible «deslocalización radical» de la producción fuera de la Unión Europea. Además, se debe prever la rápida absorción de plantas y empresas europeas por productores extranjeros, muchos de los cuales reciben subsidios estatales. Sin embargo, este enfoque no debe descartarse de la agenda de descarbonización, que sigue siendo vital para el futuro del sector.
Descarbonización y objetivos ambiciosos: Balances y desafíos
El informe de Draghi celebra los esfuerzos por fijar objetivos ambiciosos como la meta de cero emisiones de gases de escape para 2035. Este objetivo podría resultar en la eliminación casi total de las nuevas matriculaciones de vehículos con motores de combustión interna, lo que permitiría una rápida penetración de los vehículos eléctricos en el mercado. No obstante, Draghi también menciona la demora en la creación de la Alianza Europea de Baterías, lanzada en 2017, y los retrasos en la instalación de la infraestructura de carga, que limitan el potencial de estas políticas ambiciosas.
Competencia internacional: Un reto latente
Lo que añade un matiz inquietante a esta situación es la competencia que presenta China. Desde 2012, este país ha centrado sus esfuerzos en desarrollar una cadena de suministro completa para el vehículo eléctrico, lo que le ha permitido avanzar de manera mucho más rápida en la adopción de estas tecnologías y reducir costos de producción. Como resultado, los fabricantes europeos han visto cómo su cuota de mercado se ha visto reducida, pasando de un 80% a un 60% en el segmento de vehículos eléctricos de 2015 a 2023, mientras que los fabricantes chinos han incrementado su cuota del 5% al casi 15% en el mismo período.
Dependencia de la producción china: Un riesgo potencial
Draghi advierte sobre el peligro de aumentar la dependencia de China en el proceso de descarbonización. Aunque esta dependencia puede parecer la vía más eficiente y económica para alcanzar los objetivos climáticos, también representa una amenaza significativa para las industrias automotrices locales. En este contexto, los recientes aranceles compensatorios adoptados por la Comisión Europea contra las empresas automovilísticas chinas, que fabrican vehículos eléctricos de batería, podrían contribuir a nivelar el terreno de juego.
Hoja de ruta hacia el futuro
Para asegurar la competitividad de la industria automotriz europea, Draghi recomienda el desarrollo de una hoja de ruta industrial que contemple la convergencia tanto horizontal como vertical de las cadenas de valor en el ecosistema automotriz. Este enfoque debe integrar las distintas partes interesadas del sector e impulsar una colaboración más profunda entre los gobernantes y la industria.
Conclusiones: El camino por delante
El análisis de Mario Draghi resalta la importancia de una planificación integral en el sector automotriz, especialmente en el contexto actual de descarbonización y competencia global. Para que Europa no solo mantenga su posición en el mercado automovilístico, sino que también lideré el camino hacia un futuro sostenible, es fundamental que se implementen políticas coordinadas que alineen los objetivos climáticos con el desarrollo industrial.
La industria automotriz europea se encuentra en una encrucijada, y la forma en que responda a estos desafíos determinará su futuro. La planificación estratégica, la innovación y la colaboración serán las claves para adaptarse a un entorno en constante cambio y para sustentar el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental.