El Gobierno de Xi Jinping ha destinado más de 215.000 millones de euros para respaldar a los fabricantes de automóviles chinos en su transición hacia la movilidad eléctrica entre 2009 y 2023, revela un estudio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
El aumento significativo de los subsidios
El informe señala que el gasto en subsidios se ha triplicado entre 2018 y 2020, experimentando un importante incremento a partir de 2021. Durante el periodo inicial, hasta 2017, el Estado chino destinó más de 6.301 millones de euros a este fin.
Formas de subsidio y ayudas
Gracias a estas subvenciones, los fabricantes chinos han recibido principalmente exenciones fiscales sobre las ventas, además de otras medidas como descuentos para compradores y financiamiento en infraestructuras. También se han dado casos de adquisiciones de vehículos por parte de entidades públicas.
Programas locales y apoyo a la cadena de suministro
El informe resalta que las estimaciones actuales son conservadoras, ya que no contemplan los programas de ayuda de gobiernos locales como los de Shanghai y Shenzhen, que ofrecen incentivos a los particulares para cambiar sus vehículos de combustión por modelos eléctricos. Tampoco se han considerado los subsidios a sectores clave de la cadena de suministro, como empresas mineras, procesadores de materias primas y fabricantes de baterías.
Impacto en el mercado global
El respaldo gubernamental ha permitido a empresas como CATL, uno de los principales fabricantes chinos de baterías, aumentar sus subsidios de 76,7 millones de dólares en 2018 a 809,2 millones de dólares en 2023, demostrando un sólido apoyo estatal a la industria.
Retos para los competidores internacionales
El informe advierte que China podría enfrentar críticas de sus socios comerciales, como Estados Unidos y la Unión Europea, por brindar un respaldo sostenido a sus fabricantes, lo que dificulta la competencia para las empresas extranjeras.
Exceso de producción y desafíos en China
En China existen alrededor de 200 productores de vehículos eléctricos, que han generado una sobreoferta en el mercado interno, resultando en un aumento de inventarios.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2023 China utilizó menos del 40% de su capacidad de producción máxima de baterías. La capacidad instalada de cátodos y ánodos fue significativamente mayor que la demanda mundial de estos componentes en el mismo año.
Rentabilidad y reducción de subsidios
A pesar del apoyo estatal, se destaca que pocos fabricantes de coches eléctricos y baterías son rentables. Asimismo, se ha observado una reducción en los subsidios por vehículo, pasando de 13.860 dólares a aproximadamente 4.600 dólares.
Avances de la industria automotriz china
A lo largo de los años, las empresas automotrices chinas han logrado cerrar la brecha con los líderes mundiales en términos de innovación y avances en vehículos eléctricos.
Posibles implicaciones arancelarias en Occidente
La Comisión Europea ha anunciado la imposición de aranceles de hasta el 48% para las importaciones de vehículos eléctricos chinos, lo que podría impactar significativamente en las relaciones comerciales.
Represalias y tensiones comerciales
En respuesta, China ha anunciado una investigación similar sobre la importación de carne de cerdo desde la Unión Europea. A su vez, Estados Unidos tiene previsto aumentar los aranceles del 25% al 100% para las importaciones de automóviles chinos.
Previsiones económicas y consecuencias
Estas medidas podrían generar pérdidas de hasta 4.000 millones de euros en intercambios comerciales para la industria, según el Instituto Económico Kiel.
La competencia en el sector automotriz y de movilidad eléctrica continúa evolucionando, con China posicionándose como uno de los actores clave en la carrera hacia la electrificación del transporte a nivel global.
