Los conductores que circulen por las carreteras de Segovia van a tener que extremar la precaución más que nunca. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la instalación de dos nuevos radares de tramo, conocidos por su precisión milimétrica y por ser capaces de detectar infracciones incluso si el vehículo supera en tan solo 1 km/h el límite establecido. Se trata de una medida que, según el organismo, pretende reducir la siniestralidad en dos puntos negros de la provincia, pero que ya ha despertado recelo entre los automovilistas.
La polémica está servida. Muchos conductores consideran que este tipo de radares son una herramienta recaudatoria más que una medida de seguridad. Sin embargo, la DGT insiste en que la ubicación responde a criterios técnicos y que los tramos seleccionados son de alto riesgo. Con esta medida, Segovia se convierte en una de las provincias más vigiladas de España, poniendo en jaque a quienes no llevan a rajatabla el control de velocidad.
1Qué son los radares de tramo y cómo funcionan

Los radares de tramo no son como los cinemómetros fijos que disparan un flash en un punto concreto. Su sistema es mucho más sofisticado: cuentan con cámaras de entrada y salida que registran la matrícula del vehículo y calculan el tiempo medio de paso. Si ese tiempo implica que la velocidad media ha superado el límite establecido en la vía, automáticamente se genera la sanción.
En el caso de Segovia, la DGT ha confirmado que los dos nuevos radares estarán operativos las 24 horas del día y los siete días de la semana. No dependen de la luz ni de la climatología, y están conectados en tiempo real con la central de la Guardia Civil de Tráfico. Esto significa que no importa si el exceso es de 10 km/h o de 1 solo kilómetro por hora: el sistema detecta la infracción con precisión absoluta.