Cuando nieva, no hace falta que estés en una estación de esquí para ver los colores. La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene un código muy marcado para avisar a los conductores de cuál es el estado de la carretera. Verde cuando caen los primeros copos, negro si hay mucho espesor y otros dos colores intermedios.
Así que si vives en zonas de montaña o este invierno tienes pensado circular por algún puerto, te conviene saber cuáles son los cuatro niveles de la DGT, qué puedes y qué no puedes hacer cuando están activos. No saberlo te puede costar muy caro, no solo para el bolsillo.
¿Qué significan los colores de la DGT cuando nieva?

El sistema de colores de la DGT es algo así como un semáforo con cuatro colores que regula la circulación cuando nieva y lo que no está permitido hacer.
- Nivel verde: es el primer aviso de Tráfico cuando empieza nevar, pero todavía se puede circular. La velocidad máxima se reduce a 100 km/h en autovías y autopistas, y a 80 km/h en el resto de carreteras. Los camiones solo pueden circular por el carril derecho y no pueden adelantar. Además, la recomendación es evitar los puertos de montaña y estar pendiente de la información meteorológica.
- Nivel amarillo: la calzada ya está parcialmente cubierta de nieve. Como consecuencia, la DGT impide circular a los camiones y vehículos articulados, y los turismos y autobuses no pueden circular a más de 60 km/h. Evita maniobras bruscas, sobre todo en curvas o bajadas, donde es fácil perder el control.
- Nivel rojo: cuando la carretera ya está cubierta de nieve. La DGT endurece las restricciones, y prohíbe circular a camiones, vehículos articulados y autobuses. Solo está permitido seguir circulando con cadenas o neumáticos de invierno, y siempre por debajo de los 30 km/h. También se recomienda evitar adelantar a vehículos detenidos, salvo que haya garantías de que puedas continuar.
- Nivel negro: es la situación más extrema de las cuatro. El espesor de la nieve en la carretera prohíbe por completo la circulación. La recomendación es no abandonar el vehículo a no ser que exista un refugio cercano… También se aconseja utilizar la calefacción con el motor en marcha, siempre y cuando tengas combustible suficiente. Así que lo más sensato es esperar y no perder el pánico si no puedes avanzar.
Consejos para conducir con nieve

No todo el mundo sabe cómo conducir en la nieve ni está preparado para hacerlo. Por eso, además de hacer caso a los colores que marca la DGT, también debes tener en cuenta algunas recomendaciones.
La primera es consultar el estado de las carreteras y la previsión antes de comenzar un viaje, ya sea corto o largo. Si viajas mucho por puertos de montaña o tienes previsto ir a la sierra, lleva cadenas en el coche o, al menos, neumáticos de invierno. Circular sin cadenas cuando son obligatorias puede costarte una multa de 200 euros.
Por otro lado, es necesario reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Cuando nieva, hay menos agarre, así que el coche tarda mucho más en frenar, así que cualquier cambio brusco o maniobra es más peligrosa que con el asfalto seco. Como ocurre siempre con condiciones así, la clave es practicar una conducción anticipativa y saber leer lo que va a pasar unos metros más adelante.
Por eso, conduce siempre con suavidad, evita acelerones y cualquier maniobra brusca. Y si las cosas se complican, la DGT señala que lo más sensato es aparcar el coche en un lugar seguro y esperar a que las condiciones mejoren.








