La conducción está cambiando. Uno de los grandes protagonistas de esta transformación es el sistema de velocidad dinámica. Hasta hace poco, el límite en autovías y autopistas estaba grabado a fuego en carteles metálicos fijos: 120 km/h. Sin embargo, esa rigidez choca con la realidad de la carretera, donde el tráfico, el tiempo e incluso la contaminación modifican constantemente las condiciones de seguridad.
Por eso, cada vez más tramos de la red viaria española apuestan por la velocidad dinámica, un sistema que ajusta el límite máximo en función de lo que ocurre en tiempo real. El concepto no es nuevo en Europa, pero es ahora cuando empieza a hacerse un hueco en nuestro país. Y con él, también llegan dudas, despistes… y multas para quienes no prestan suficiente atención.
4¿Cómo evitar multas con la velocidad dinámica?

Un problema habitual es el despiste. Muchos conductores circulan pendientes del GPS o de las señales tradicionales y no reparan en los paneles luminosos. Otros usan navegadores antiguos que no están conectados con la plataforma de la DGT, por lo que no reciben alertas de los cambios. Pero la normativa es clara: la señal que manda es la de la carretera, no la del dispositivo.
Para evitar sorpresas, lo recomendable es mantener la vista en los paneles y usar aplicaciones de navegación actualizadas que sean compatibles con la DGT 3.0. Algunas apps, como Waze o SocialDrive, ya avisan de límites variables, lo que puede ser una ayuda extra. Recuerda que un despiste te puede costar desde 100 hasta 600 €, además de la retirada de puntos del carné.