El mundo del automovilismo se despide de una de sus marcas más icónicas en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC). Porsche, tras solo tres años en la categoría de hipercoches y con un título mundial en su palmarés, ha decidido poner fin a su programa oficial en el WEC al cierre de la temporada 2025. Sin embargo, el rugido del Porsche 963 no se apagará del todo, ya que la marca alemana continuará su aventura en el Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar en Norteamérica. Este movimiento marca un cambio estratégico para la compañía alemana, que ahora reorienta su enfoque competitivo, dejando tras de sí un legado de éxitos y un vacío en las parrillas del WEC.
¿Por qué abandona Porsche el WEC?

Aunque Porsche no ha detallado públicamente las razones exactas de su retirada, el entorno económico parece haber jugado un papel determinante. La marca alemana atraviesa un momento delicado, con una caída significativa en las ventas tanto en Estados Unidos como en China. Factores como los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump en EE. UU. y la disminución de la demanda en el mercado chino han afectado las finanzas de la compañía. A esto se suma un plan de reestructuración que incluye un recorte del 10 % de su plantilla para 2029 y una reducción en los objetivos de producción anual, pasando de 300.000 a 250.000 unidades.
Pero no todo se reduce a números. En el ámbito deportivo, el descontento con las reglas del WEC también ha pesado en la decisión. Thomas Laudenbach, director de Porsche Motorsport, ha señalado en varias ocasiones su frustración con el Balance de Rendimiento (BoP), un sistema que busca igualar las prestaciones de los hipercoches, pero que, según él, ha generado resultados «cuestionables». Este descontento, combinado con los desafíos económicos, parece haber inclinado la balanza hacia la retirada.
En palabras de Michael Steiner, miembro de la junta directiva de Porsche: «Lamentamos profundamente que, debido a las circunstancias actuales, no continuaremos participando en el WEC después de esta temporada». Un mensaje que refleja la dificultad de la decisión, pero también la firmeza de la estrategia de la marca para adaptarse a un entorno cambiante.
Un nuevo rumbo para el Porsche 963

Aunque el WEC pierde a uno de sus protagonistas, el Porsche 963 seguirá demostrando su potencial al otro lado del Atlántico. La marca de Zuffenhausen ha confirmado que el hipercoche continuará compitiendo en el IMSA WeatherTech SportsCar Championship, donde el equipo Porsche Penske aspira a conquistar el título este año. Este éxito podría abrir las puertas a una participación en las 24 Horas de Le Mans 2026, una carrera mítica donde la casa alemana ha escrito algunas de las páginas más gloriosas de su historia. Así, aunque la fábrica abandone el WEC, el extraordinario 963 podría seguir presente en La Sarthe bajo estructuras privadas o asociadas.
Además, Porsche mantiene su apuesta por la innovación en el motorsport con el Porsche 99X Electric en el Campeonato Mundial de Fórmula E. «El automovilismo es nuestra plataforma para desarrollar tecnologías de futuro y demostrar el potencial de nuestros deportivos», afirmó Laudenbach. Con esta visión, la casa alemana se centra en competiciones que no solo buscan victorias, sino también avances tecnológicos que puedan trasladarse a sus vehículos de calle.
El futuro del WEC sin Porsche: nuevas marcas al horizonte

La salida de Porsche del WEC deja un hueco importante en la categoría de hipercoches, pero el campeonato está lejos de quedarse huérfano. El WEC vive un momento de auge, con nuevas marcas que se sumarán a la parrilla en los próximos años, intensificando la competencia. Entre los nombres que resonarán en el asfalto están Aston Martin, que regresará con su Valkyrie AMR Pro, y McLaren, que debutará con un proyecto basado en su hiperdeportivo Solus GT. Además, Lamborghini ya ha dado pasos firmes con su SC63, mientras que BMW y Alpine refuerzan sus programas para consolidarse en la élite.
Estas marcas, junto a otras como Ferrari, Toyota y Peugeot, que ya son pilares del campeonato, prometen un futuro vibrante para el WEC. Sin embargo, la ausencia de la compañía alemana significa que no veremos duelos épicos entre el 963 y estos nuevos contendientes, algo que los aficionados lamentarán profundamente. La rivalidad entre Porsche y Ferrari, por ejemplo, ha sido uno de los alicientes de las últimas temporadas, y su fin marca el cierre de un capítulo emocionante.
Un legado imborrable

Porsche deja el WEC con la cabeza alta. En solo tres años, la marca logró un campeonato mundial y reafirmó su estatus como referente en el automovilismo de resistencia. Su historia en Le Mans, con 19 victorias absolutas, sigue siendo inalcanzable, y el impacto del 963 en la categoría de hipercoches ha sido innegable. Ahora, con su enfoque en IMSA y Fórmula E, Porsche busca seguir innovando y compitiendo al más alto nivel.
Para los aficionados, la noticia es agridulce. Por un lado, la salida de Porsche del WEC supone perder a un gigante del motorsport; por otro, la llegada de nuevas marcas y el crecimiento de la categoría aseguran que el espectáculo continuará. El WEC se prepara para una nueva era, y aunque Porsche no estará en la parrilla, su legado resonará en cada curva de los circuitos más emblemáticos del mundo.