La batería es el corazón de un vehículo, y sus fallos suelen ser la causa principal de llamadas a asistencia en carretera. Lo peor de todo es que estos problemas tienen la mala costumbre de aparecer sin avisar y siempre en el momento más inoportuno posible.
Aunque los fabricantes estiman que la vida útil de una batería oscila entre los tres y los cinco años, la realidad es que su funcionamiento puede verse comprometido mucho antes por diversos factores. Pero antes de ponerse a buscar unas pinzas o pedir ayuda a una grúa, hay algo que puedes hacer.
Olvídate de empujar el coche o pedir ayuda

Durante décadas, la imagen clásica de un coche sin batería implicaba a varias personas empujando para intentar arrancarlo o dos coches conectados capó con capó mediante unos cables. Aunque estas técnicas pueden funcionar, no están exentas de riesgos para la mecánica, e incluso para tu seguridad. Por eso, la recomendación de los expertos ha evolucionado hacia soluciones que cualquier conductor puede llevar en su maletero.
La solución que propone Scotty Kilmer, mecánico veterano, se aleja de la fuerza bruta y se centra en la inteligencia y la preparación. La clave es llevar una caja de arranque portátil. Se trata de un aparato compacto, apenas más grande que una batería externa de móvil potente, que se conecta a los bornes de la batería de tu coche. En cuestión de minutos, este pequeño salvavidas es capaz de proporcionar el voltaje suficiente para devolver la vida a tu motor. Es una solución limpia y segura que te otorga independencia, ya que no necesitas otro vehículo donante para volver a la carretera.
¿Y si este accesorio no es suficiente?

Sin embargo, a veces la batería está tan descargada o las condiciones son tan adversas que el motor gira pero no llega a arrancar. Muchos conductores se rinden en este punto, pensando que la avería es más grave. Pero el truco para asegurar el arranque combina la energía de la caja con líquido de arranque.
Este producto es un spray diseñado para facilitar la combustión inicial dentro del motor cuando la chispa es débil o el combustible no llega con la presión adecuada. Su uso es muy sencillo y no requiere conocimientos de mecánica avanzada. Solo tienes que rociar una pequeña cantidad de en la entrada del filtro de aire del motor. Al hacerlo, introduces un compuesto altamente inflamable que ayuda a que arranque con más facilidad. La combinación de la energía de la caja de arranque y el líquido de arranque es la fórmula infalible para que puedas continuar tu viaje sin tener que esperar a una grúa.
El clima, el peor enemigo de tu batería

A menudo olvidamos que la batería es un componente químico y, como tal, es muy sensible a los cambios de temperatura. Tanto el frío extremo como el calor sofocante tienen un impacto directo y negativo en su rendimiento y durabilidad. Vivir en una zona con cambios bruscos de temperatura o aparcar siempre en la calle son factores que aceleran su desgaste.
Durante el invierno, las bajas temperaturas provocan que las reacciones químicas dentro de la batería se ralenticen. Esto reduce su capacidad para generar la energía necesaria para el arranque. Piensa que el aceite del motor también es más denso con el frío, por lo que el coche necesita más fuerza para moverse, justo en el momento en que la batería tiene menos energía para dar. Si a esto le sumas una batería vieja o que no está cargada al cien por cien, tienes la receta perfecta para un fallo de arranque en una mañana helada.
Por otra parte, aunque asociamos los fallos de batería al invierno, el verano también puede ser dañino. El calor excesivo es perjudicial porque acelera la corrosión de los componentes internos de la batería, reduciendo drásticamente su vida útil. Las altas temperaturas provocan que el electrolito del interior de la batería se evapore mucho más rápido. Sin ese líquido, la estructura interna se deteriora y la capacidad de retener carga disminuye.
En definitiva, contar con una caja de arranque portátil y un bote de líquido de arranque en tu maletero te convertirá en un conductor previsor y autosuficiente, capaz de superar uno de los problemas más comunes de la carretera.








