En un segmento donde los vehículos eléctricos de batería continúan ‘dominando’, el particular Toyota Mirai sigue siendo ese raro espécimen que lo apuesta absolutamente todo al hidrógeno. Es el vehículo ‘cero emisiones’ que casi nadie compra, pero que la compañía japonesa se niega a jubilar. Y lo dejan cristalino con esta nueva renovación para el año que viene, la cual es tan ligera que casi podría considerarse un restyling de mantenimiento… de un modelo que ya era de mantenimiento.
En diseño solo hay un detalle que delata a estos Toyota Mirai

Exteriormente, el Toyota Mirai es idéntico al modelo actual salvo por un cambio que salta a la vista nada más verlo estacionado y que no es otro que unas llantas de aleación de 19 pulgadas que lucen un acabado mecanizado en negro. El contraste con la carrocería es espectacular y le aporta un toque más premium y deportivo, algo que sus antecesores en el cargo conseguían solo gracias al acabado Limited, que con la puesta al día de la pasada temporada dijo adiós de los concesionarios de Estados Unidos, donde se ofrece exclusivamente con el acabado XLE.
El resto permanece inalterado en el particular Toyota Mirai, que mantiene una silueta futurista de coupé de cuatro puertas, los grupos ópticos Full LED afilados y esa presencia imponente gracias a sus 4,98 metros de largo, un dato que lo convierte en una de las berlinas más grandes del catálogo Toyota. Por lo menos fuera de nuestras fronteras, donde la casa japonesa conserva este formato de automóvil cada vez más raro de ver.
Toyota dice adiós a uno de los colores más atrevidos de la gama

La paleta de colores se reduce a lo esencial, porque desaparece el elegante Elemental Silver y el llamativo Supersonic Red. De manera que todos aquellos que deseen hacerse con un Toyota Mirai a estrenar, ahora podrán elegir exclusivamente las tonalidades Oxygen White, Hydro Blue, Heavy Metal y Black.
Casi más significativo que todo lo anterior es el detalle de que la compañía japonesa ha decidido no tocar el precio de su Toyota Mirai para esta nueva temporada, que en Estados Unidos (mejor dicho, en California, que es precisamente el único estado donde se vende) tiene un precio que arranca en los 51.795 dólares (44.495 euros).
El Toyota Mirai conserva inalterado su precio… y sus ayudas

Cierto es que no es el precio más competitivo del mercado, pero todo aquel que se haga con una de estas berlinas alimentadas por hidrógeno va a tener acceso a hasta 15.000 dólares (12.900 euros) en repostajes de hidrógeno gratuitos durante seis años o 30.000 dólares (25.800 euros) en ocho años si se adquiere por medio de renting o leasing. De ahí que sumando ayudas federales y estatales, muchos clientes acaban pagando menos de 40.000 dólares (34.365 euros) por un Toyota Mirai a estrenar. Y en ese escenario, la berlina de hidrógeno de la casa japonesa empieza a sonar razonable.
Mecánicamente tampoco encontramos diferencia alguna, por lo que como viene ocurriendo desde el lanzamiento de esta segunda generación en el año 2020, esta eficiente berlina conserva una pila de combustible alimentada por hidrógeno, la cual genera energía para alimentar a su motor trasero con 134 kW de potencia (182 CV) y 300 Nm de par motor. Con cerca de dos toneladas de peso, el Toyota Mirai puede acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y alcanzar una velocidad punta de 175 km/h.
Casi 650 kilómetros en 5 minutos. Un dato inalcanzable para los eléctricos

En sus entrañas esconde unos tanques donde puede almacenar 5,6 kilos de hidrógeno, lo que le permite homologar una autonomía media de 402 millas (647 kilómetros), con una carga, que en estas berlinas requiere entre 3 y 5 minutos. Mucho menos que los eléctricos más poderosos del mercado a la hora de recargar sus baterías.
Como hemos dicho anteriormente, las cifras de ventas del Toyota Mirai al otro lado del océano son casi testimoniales, con solo 157 unidades matriculadas en Estados Unidos durante los primeros nueve meses de 2025, lo que se traduce en un 54 % menos que el año anterior. Sin embargo, la compañía japonesa no ve estas cifras como un fracaso comercial, sino como una inversión estratégica a largo plazo.
El Mirai se ha convertido en todo un laboratorio con ruedas para Toyota

El Toyota Mirai se ha convertido en todo un laboratorio rodante, porque cada kilómetro que recorren los clientes genera datos valiosísimos sobre durabilidad de la pila de combustible, el comportamiento real de los tanques de hidrógeno a alta presión y la satisfacción del usuario. Además, la marca japonesa mantiene una fuerte apuesta por el hidrógeno y necesita modelos fabricados en serie para hacerse notar.
Fotos: Toyota













