Mientras algunos fabricantes apuestan por facilitar el mantenimiento y las reparaciones para propietarios y talleres independientes, otros parecen avanzar en la dirección contraria. Mercedes-Benz, por ejemplo, ha anunciado su intención de simplificar las reparaciones de los faros sustituyendo adhesivos por tornillos convencionales. Sin embargo, su gran rival podría estar explorando una vía mucho menos amable para el usuario final.
Según han adelantado Autoblog y Carscoops, la firma bávara ha registrado una patente que describe un nuevo tipo de tornillo BMW con cabezas personalizadas inspiradas directamente en su propio emblema. En lugar de recurrir a fijaciones estándar —Torx, Allen o Phillips— la marca alemana plantea el uso de tornillos propietarios cuya geometría reproduce el clásico “roundel” de BMW, con su característico diseño circular dividido en cuatro cuadrantes.
La documentación de la patente del tornillo BMW, obtenida del WIPO (World Intellectual Property Organization, Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) muestra hasta cuatro tipos diferentes de cabezas: embutidas, planas y redondeadas, entre otras variantes. Todas ellas comparten el mismo patrón visual: un círculo dividido en cuatro secciones, dos de ellas rebajadas y las otras dos planas o ligeramente elevadas. El resultado es una forma claramente reconocible, pero también una que, previsiblemente, exigiría una herramienta diseñada específicamente para encajar en ese patrón.

A primera vista, estos tornillos “corporativos” pueden resultar atractivos desde un punto de vista estético, especialmente si se emplean en zonas visibles del habitáculo o incluso en el vano motor. Refuerzan la identidad de marca y transmiten una sensación de diseño cuidado hasta el último detalle, algo muy alineado con la filosofía tradicional de BMW. Sin embargo, la percepción cambia radicalmente cuando se analiza su impacto práctico.
Para mecánicos independientes o propietarios acostumbrados a realizar su propio mantenimiento, este tipo de tornillería supone una barrera evidente. Las herramientas convencionales no servirían, lo que obligaría a disponer de útiles específicos suministrados por la propia marca o por proveedores autorizados. En otras palabras: sin la “llave correcta”, determinadas reparaciones quedarían directamente fuera de alcance.
En un taller, la situación al encontrarse con un tornillo BMW se convertiría de inmediato en un quebradero de cabeza. Los juegos de herramientas estándar no bastarían y, salvo que se trate de un concesionario oficial o de un especialista muy centrado en la marca, siempre faltaría ese destornillador o vaso concreto imprescindible para completar la intervención. El tiempo perdido y los costes adicionales serían inevitables.

El tornillo BMW ya está causando mucha polémica
Como era de esperar, la reacción en internet no ha sido precisamente entusiasta. Muchos aficionados y entusiastas han criticado la idea, interpretándola como un nuevo obstáculo para quienes prefieren mantener y reparar sus vehículos por su cuenta. En un contexto en el que el “derecho a reparar” gana peso en el debate público, este tipo de soluciones se perciben como un paso atrás. Otros usuarios, sin embargo, han señalado que el mercado aftermarket no tardaría demasiado en reaccionar. Bits compatibles y herramientas alternativas probablemente aparecerían con rapidez en plataforma de venta online.
Conviene subrayar que, por ahora, todo esto no pasa de ser una patente. Los fabricantes registran cada año cientos de ideas que nunca llegan a materializarse en un modelo de serie. En este caso concreto, los diseños fueron presentados el 7 de junio de 2024 y se hicieron públicos el 11 de diciembre de 2025. No existe confirmación alguna de que BMW tenga intención real de introducir estos tornillos en sus vehículos.
Aun así, la mera existencia de la patente del tornillo BMW alimenta una preocupación más amplia. Incluso si estos tornillos nunca ven la luz, el rumbo general de la industria parece claro: coches cada vez más complejos, más cerrados y más dependientes de servicios oficiales.
Si BMW finalmente decide llevar esta idea a producción, no será solo una curiosidad de diseño, sino un símbolo más de una tendencia que muchos observan con inquietud. La pregunta no es solo si podremos reparar nuestros coches, sino hasta qué punto los fabricantes están dispuestos a dejarnos hacerlo.








