Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ya son parte del día a día en muchas ciudades españolas, y su número no deja de crecer. Estas áreas, pensadas para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en los núcleos urbanos, han supuesto un auténtico dolor de cabeza para los conductores. Circular sin cumplir las normas puede acarrear sanciones de hasta 200 euros, un coste que muchos consideran injusto cuando lo que buscan es simplemente llegar a su destino.
El problema es que la normativa de las ZBE no siempre es clara ni homogénea. Cada municipio tiene sus propias reglas, límites y excepciones, lo que provoca confusión y un alto riesgo de recibir una multa. Ante este panorama, las nuevas tecnologías se han convertido en grandes aliadas de los conductores. Hoy en día, desde tu propio teléfono móvil puedes aplicar un truco sencillo, legal y muy eficaz que te permitirá entrar en una ZBE sin miedo a sanciones: reservar con antelación una plaza de aparcamiento dentro de la zona restringida.
4Ejemplos prácticos: cómo evitar multas en Madrid o Barcelona

En Madrid, el acceso al Distrito Centro está restringido a vehículos con etiqueta ECO o CERO. Sin embargo, si has reservado una plaza de aparcamiento dentro de la zona, también puedes entrar con un coche de etiqueta B o C. Esto significa que, con una simple gestión en el móvil, te ahorras una multa de 200 euros y la pérdida de tiempo que supone dar vueltas fuera del perímetro.
En Barcelona ocurre algo parecido. La ZBE cubre gran parte del área metropolitana, y las restricciones afectan a los vehículos más antiguos. Pero si tu destino es un parking dentro de la zona, la entrada queda autorizada. El sistema es legal, seguro y cada vez más utilizado por conductores que necesitan moverse a diario por estas ciudades sin complicarse con las normativas cambiantes.